Javier Milei aspira a liderar una nueva derecha latinoamericana, actuando como “delegado” del presidente estadounidense Donald Trump en la región.
Su tesis es crear una agrupación de gobiernos ideológicamente alineados en la región; ya incluye a Paraguay y Bolivia, y Milei anhela unir a *Pimiento* luego de la segunda vuelta electoral del próximo mes.
En Paraguay, el presidente Santiago Peña es uno de los aliados más visibles de Milei. Mientras tanto, en Bolivia, *Paz* asumió recientemente el cargo con una agenda de liberalización económica, y Milei viajó para asistir a su toma de posesión el 8 de noviembre.
En este escenario, el presidente ve un eje táctico con gran potencial —si logra atraer a otros gobiernos afines—.
Las elecciones en Chile del domingo 16 de diciembre son cruciales. El gobierno de Argentina celebró el desempeño de José Antonio Kast, quien accedió a la segunda vuelta, y todos los sondeos sugieren que será el próximo presidente chileno.
Por otra parte, Milei mantiene una relación cordial con Daniel Noboa, presidente de Ecuador, y con el mandatario Nayib Bukele de El Salvador.