El Banco de Inglaterra ha rebajado los tipos de interés, una medida que afectará tanto a los propietarios de viviendas en el Reino Unido como a los expatriados.
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Tras meses de presión sobre las finanzas domésticas, el Banco de Inglaterra ha ofrecido finalmente un respiro. Los tipos de interés se han reducido al 3,75 por ciento, el nivel más bajo en casi tres años – una movida que aliviará la presión para algunos prestatarios, pero que viene acompañada de una advertencia clara: no esperen que los recortes sigan produciéndose automáticamente.
La decisión estuvo muy ajustada. Los responsables de política monetaria votaron 5 a 4 a favor del recorte, subrayando cuán dividido permanece el Banco respecto al estado de la economía. Aunque la inflación se modera más rápido de lo esperado, el crecimiento se estanca y las preocupaciones por el desempleo vuelven a asomar.
Para los propietarios de viviendas y negocios que han estado soportando mayores costes de endeudamiento, la reducción se sentirá como un alivio largamente esperado. Pero el mensaje del Banco es cauto. Esto no marca el inicio de una caída rápida de los tipos – y cada decisión futura será más difícil que la anterior.
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Por qué el Banco actuó ahora
El recorte llega tras nuevos datos que mostraron que la inflación se ralentizó hasta el 3,2 por ciento en noviembre, reforzando la tesis de que las presiones sobre los precios se están mitigando. El Banco cree ahora que la inflación caerá cerca de su objetivo del 2 por ciento para la primavera o principios del verano del próximo año – mucho antes de lo pronosticado previamente.
Andrew Bailey, Gobernador del Banco de Inglaterra, señaló que las perspectivas han mejorado, pero recalcó que no hay lugar para la complacencia. La inflación, dijo, está “bajando un poco más rápido de lo que pensábamos”, pero decidir cuánto más pueden caer los tipos desde aquí será “una cuestión más reñida”.
Entre bastidores, la economía en general lucha por ganar impulso. El Banco ahora espera un crecimiento económico nulo en los últimos meses del año, una evaluación cruda que jugó un papel clave en la votación del jueves.
Las encuestas a empresas recopiladas por el Banco apuntan a una economía plana y cautelosa. Las compañías siguen mostrándose reacias a invertir, mientras que los hogares mantienen un control estricto del gasto, especialmente en vísperas de la Navidad.
Qué significa para propietarios y prestatarios
Los mayores beneficiarios inmediatos son los propietarios con hipotecas variables referenciadas. Alrededor de 500,000 personas se engloban en esta categoría, y se espera que el recorte rebaje aproximadamente 29 libras de la cuota mensual media.
Aquellos con tipos variables estándar también podrían ver una reducción modesta, aunque la mayoría de los hipotecados tienen préstamos a tipo fijo y no notarán un cambio instantáneo.
Para muchas familias, el impacto es más psicológico que financiero – una señal de que lo peor del choque de tipos de interés podría haber quedado atrás.
Los ahorradores, sin embargo, probablemente se sientan menos alegres. Los tipos de interés más bajos suelen significar rendimientos más débiles en los ahorros, especialmente para quienes dependen de los ingresos por intereses.
La inflación cede, pero el gasto sigue frágil
Las previsiones actualizadas del Banco reflejan un delicado equilibrio. La caída de los precios de la energía, junto con las medidas gubernamentales anunciadas en el Presupuesto reciente – incluyendo 150 libras de descuento en las facturas energéticas domésticas, el impuesto sobre combustibles congelado y las tarifas ferroviarias limitadas – están ayudando a reducir la inflación.
Los precios de los alimentos fueron el principal motor detrás de la caída inflacionaria de noviembre, algo que Bailey dijo le “satisfacía particularmente” ver tras años de fuertes aumentos que golpearon duramente a los hogares.
Aún así, la propia inteligencia del Banco sugiere que los consumidores siguen siendo extremadamente sensibles a los precios. Los supermercados reportan compras de alimentos más pequeñas de lo habitual, mientras que bares y restaurantes – muy dependientes del periodo festivo – están recortando costes y conteniendo las subidas de precios ante una demanda aún frágil.
Los economistas están divididos sobre lo que viene después. Algunos creen que otro recorte podría llegar ya en febrero si la inflación continúa por debajo de las previciones. Otros piensan que el Banco se moverá lentamente, con los tipos descendiendo gradualmente en lugar de desplomarse.
Reacciones políticas y el camino por delante
La Ministra de Hacienda, Rachel Reeves, acogió con satisfacción la decisión, calificándola como el sexto recorte desde las elecciones y el ritmo más rápido de reducciones en casi dos décadas. Dijo que era una buena noticia para las familias con hipoteca y las empresas con deuda.
La oposición adoptó una postura más cautelosa. El Ministro de Hacienda en la sombra, Mel Stride, dijo que el recorte reflejaba una creciente preocupación por la debilidad de la economía, advirtiendo que el Banco camina sobre la cuerda floja entre aliviar la inflación y evitar el estancamiento.
En última instancia, ese acto de equilibrio no va a desaparecer. El Banco de Inglaterra sigue centrado en mantener los precios bajo control, incluso mientras intenta evitar apretar aún más la economía.
Por ahora, los prestatarios pueden disfrutar de un respiro pequeño pero significativo. Pero la era del dinero fácil no va a regresar de la noche a la mañana – y cada recorte futuro vendrá acompañado de decisiones difíciles.
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