Reino Unido amenaza con demandar a Abramovich por la venta del Chelsea

El gobierno del Reino Unido ha amenazado con demandar al exdueño del Chelsea Football Club, Roman Abramovich, para asegurar que el dinero de la venta del club vaya a Ucrania.

Los 2.5 mil millones de libras obtenidos han estado congelados en una cuenta bancaria británica desde la venta, después de que Abramovich fuera sancionado tras la invasión rusa de Ucrania en febrero del 2022.

El gobierno británico quiere que el dinero se destine a ayuda humanitaria en Ucrania, pero Abramovich ha dicho que prefiere que vaya a “todas las víctimas de la guerra en Ucrania”.

En un comunicado conjunto, la ministra de Economía, Rachel Reeves, y el canciller David Lammy, dijeron: “Aunque la puerta para negociar sigue abierta, estamos preparados para llevar esto a los tribunals si es necesario”.

Añadieron que quieren “asegurar que quienes sufren en Ucrania puedan beneficiarse de estos fondos lo antes posible”.

“El gobierno está determinando que el dinero de la venta del Chelsea Football Club llegue a causas humanitarias en Ucrania, tras la invasión ilegal de Rusia”, dijeron.

“Nos frustra mucho que no se haya podido llegar a un acuerdo con Abramovich hasta ahora”.

El retraso en liberar los fondos se centra en un desacuerdo entre el gobierno británico y sus abogados.

Abramovich, un multimillonario ruso que hizo su fortuna en el petróleo y gas, recibió un permiso especial para vender el Chelsea tras la invasión, con la condición de que no se beneficiara de la venta.

Se le acusa de tener fuertes lazos con el presidente ruso Vladimir Putin, algo que él niega.

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Bajo las sanciones británicas, no puede acceder a los 2.5 mil millones, pero el dinero sigue siendo legalment suyo.

Cuando anunció la venta del club, dijo que los fondos se donarían a través de una fundación “para todas las víctimas de la guerra en Ucrania”, incluyendo las de Rusia.

El gobierno británico insiste en que el dinero solo debe usarse dentro de Ucrania.

Un comité de la Cámara de los Lores dijo el año pasado que era “incomprensible” que la promesa de Abramovich no se hubiera cumplido y que los fondos siguieran congelados.

“Este estancamiento deja mal parados tanto a Abramovich como al gobierno, que debería haber exigido un compromiso más vinculante”, dijo el informe.