El icóno del boxeo británico Ricky Hatton, quien solía pasar temporadas relajándose en Mallorca junto a sus íntimos amigos, falleció a los 46 años el pasado domingo.
Apodado “el Hitman”, Hatton fue uno de los púgiles más celebrados del Reino Unido, conquistando títulos mundiales en las categorías de peso superligero y wélter a lo largo de una brillante carrera de 15 años. Su noche crucial tuvo lugar en Mánchester en 2005, cuando derrotó a Kostya Tszyu, un combate que cimentó su lugar en la historia del boxeo.
Fuera del ring, Hatton era un visitante habitual de Mallorca, donde disfrutaba de sus vacaciones y era visto en compañía de la actriz y su amiga Claire Sweeny. Ella le dedicó un sentido homenaje tras conocerse la noticia de su fallecimiento:
“He necesitado unos días para asimilar la devastadora noticia sobre mi querido amigo Ricky. Mis pensamientos están con su familia, especialmente con sus hijos Campbell, Millie Fearne y Lyla, y su nieta. A ellos, a Speaky y a todos sus amigos que le quisieron tan profundamente y durante tantos años, les envío mi más sentido pésame. Ricky, fuiste el campeón del pueblo. Te adoramos y atesoramos. Siempre te querremos. 💔”
Hatton fue hallado en una propiedad en Hyde, Gran Mánchester, el domingo por la mañana. La policía indicó que no se trata la muerte como sospechosa. El púgil, nacido en Mánchester, ganó 45 de sus 48 combates profesionales, compartiendo el cuadrilátero con algunos de los nombres más grandes de este deporte, como Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao.
En sus últimos años, habló con franqueza sobre sus batallas contra la depresión y la adicción, convirtiéndose en un defensor de la concienciación sobre la salud mental y la prevención del suicidio. Su sinceridad y valentía fuera del canvas le granjearon admiración mucho más allá del mundo del boxeo.
Devoto seguidor del Manchester City, Hatton a menudo combatía vistiendo los colores azul celeste del club, el cual le rindió homenaje con un minuto de aplauso antes del derbi contra el Manchester United el domingo.
Para muchos, sin embargo, Hatton también será recordado por su calidez y su carácter sencillo —cualidades que llevaba consigo en sus escapadas a Mallorca, donde disfrutaba del sol y la hospitalidad de la isla. Su legado como luchador y como amigo continúa resonando entre quienes le conocieron personalmente y quienes le animaron desde la distancia.
