El presidente de la Comunidad Valenciana anunció este lunes su dimisión presionado por su gestión de las catastróficas inundaciones acaecidas hace un año. Carlos Mazón había enfrentado crecientes demandas de renuncia, incluso de familiares de las víctimas, desde que el diluvio del 29 de octubre de 2024 se cobrara 229 vidas y provocara daños por miles de millones de euros, principalmente en las áreas meridionales de la tercera ciudad más grande de España.
“No puedo continuar más”, declaró Mazón, miembro del conservador Partido Popular, a los periodistas. “Sé que cometí errores, lo admito, y sé que tendré que convivir con ellos el resto de mi vida”. En un discurso previo, había censurado duramente lo que denominó apoyo insuficiente del gobierno socialista de Pedro Sánchez. La oficina de Sánchez no emitió comentarios inmediatos.
Mazón también atribuyó responsabilidades a la agencia estatal de meteorología AEMET y al organismo regulador de la red hidrológica regional, dependiente del Ministerio de Energía, por no advertir adecuadamente del desastre inminente. El ministerio anunció que se pronunciaría posteriormente. Rosa Álvarez, al frente de la principal asociación de afectados, calificó la intervención de Mazón de “dolorosa e inútil”.
“Sigue repitiendo mentiras y pretendiendo mostrarse como víctima”, manifestó a la Cadena SER. Mazón no especificó si convocará elecciones anticipadas, ni aclaró si también renunciaría a su escaño en las cortes autonómicas –lo que eliminaría su inmunidad parlamentaria– ni quién asumirá interinamente el cargo. Argumentó que no había dimitido antes por sentido del deber para liderar la reconstrucción.
Los residentes de las zonas afectadas acusan al gobierno autonómico de emitir las alertas demasiado tarde, cuando los inmuebles ya estaban anegados y numerosas personas perecían ahogadas en el peor suceso por inundaciones en Europa desde 1967. Los expertos sostienen que una sucesión de negligencias –la omisión de obras de contención fluvial, medidas de protección habitacional, educación ciudadana y sistemas de aviso rápido– agravaron el número de fallecidos.
La dimisión de Mazón se produjo el mismo día en que Maribel Vilaplana, la periodista con quien almorzaba cuando comenzaron las inundaciones, comparecía como testigo ante el juez que investiga la posible responsabilidad penal de las autoridades. Al llegar al tribunal, familiares de las víctimas le gritaron: “Di toda la verdad por ellos”.