La Comisión Europea ansiaba acceso total a tus mensajes mediante Chat Control. Crédito: Aleksandra Suzi – Shutterstock
Los diplomáticos de los estados miembros de la Unión Europea han rechazado de manera contundente el controvertido proyecto de Ley de Chat Control, lo que supone una victoria monumental para los defensores de la privacidad digital.
La propuesta, que pretendía obligar al escaneo automático de mensajes privados en plataformas como WhatsApp, Signal y Telegram, se enfrentó a una oposición insalvable y ha sido retirada por completo.
¿Quién impulsaba el sistema de Chat Control y por qué?
Funcionarios de la Comisión Europea presentaron el plan inicialmente en 2022 como parte de los esfuerzos para combatir el material de abuso sexual infantil (CSAM) en línea. Sus defensores alegaban que las herramientas generalizadas de detección podrían proteger a los niños vulnerables. No obstante, los críticos tacharon la medida de una forma de vigilancia masiva que socavaría el cifrado de extremo a extremo y vulneraría derechos fundamentales.
Lo Más Leído en Euro Weekly News
El mecanismo central del proyecto de ley implicaba desplegar filtros con inteligencia artificial para escanear de manera proactiva toda correspondencia personal. Dicho escaneo hubiera requerido que las empresas tecnológicas quebrantaran el cifrado en los dispositivos de los usuarios e instalaran una suerte de puerta trasera electrónica para los servicios de seguridad, convirtiendo así las aplicaciones de mensajería más populares en herramientas de vigilancia. Los grupos de privacidad advirtieron que este enfoque no solo violaba el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE, sino que también conllevaba graves riesgos de ciberseguridad, ya que el software de cifrado comprometido podría exponer a los usuarios ante hackers y potenciales regímenes autoritarios.
¿Por qué fracasó el proyecto de Ley de Chat Control?
Las empresas desarrolladoras y las organizaciones de derechos humanos movilizaron una feroz resistencia contra el Chat Control. Apple, Meta y Signal se opusieron públicamente a los requisitos de escaneo, argumentando que las amenazas a la confianza del usuario y a los estándares globales de seguridad de datos serían absolutamente perjudiciales. European Digital Rights (EDRi), una coalición de más de 40 ONG centradas en la privacidad, encabezó campañas que destacaban cómo el proyecto de ley pondría en peligro a periodistas, activistas y ciudadanos de a pie que comparten fotos familiares o información sensible.
Alemania, Austria y los Países Bajos surgieron como opositores vocales durante las negociaciones. Estas naciones consideraron los escaneos obligatorios como desproporcionados e incompatibles con las protecciones constitucionales del secreto de las comunicaciones. Hungría, Irlanda, España y Dinamarca respaldaron inicialmente la propuesta, pero las divisiones se profundizaron, malogrando cualquier consenso claro. El Parlamento Europeo ya había rechazado los elementos de vigilancia masiva en 2023, sentando un precedente firme que influyó en las deliberaciones del Consejo.
Los diplomáticos de la UE se reunieron en octubre de 2025 para evaluar la viabilidad del proyecto de ley. Fuentes cercanas al Consejo de la Unión Europea confirmaron que la falta de apoyo suficiente por parte de los estados miembros condujo a su retirada completa. El resultado preserva el *statu* quo, por el cual las plataformas detectan y reportan contenido ilegal a las autoridades de forma voluntaria, sin órdenes generalizadas para hacerlo.
¿Podría resurgir la tecnología de Chat Control?
Los expertos califican el rechazo como un triunfo para las libertades digitales. “Prevaleció el sentido común frente a la extralimitación”, declaró Oleg Tsarev, comentarista de privacidad sobre política tecnológica de la UE. La decisión se alinea con los fallos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ha afirmado repetidamente que la privacidad en las comunicaciones es una piedra angular de la democracia.
Si bien la derrota del proyecto de ley evita amenazas inmediatas, los defensores de la privacidad advierten que la vigilancia sigue siendo esencial. Se anticipa que propuestas similares podrían resurgir durante los debates en curso sobre la seguridad en línea. La campaña Stop Scanning Me, coordinada por EDRi, continúa monitoreando los avances e insta a los ciudadanos a participar con los responsables políticos.
