BANGKOK (AP) — Un avión militar de combate se estrelló y se incendió el martes en una zona donde ha habido intensos combates durante la guerra civil de Myanmar. Un grupo rebelde afirmó haberlo derribado, mientras los medios estatales informaron que sufrió una falla mecánica.
El avión cayó al medio día en la región de Sagaing, unos 140 km al oeste de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, según la televisión estatal MRTV. No se especificó el tipo de avión ni hubo mención de víctimas, pero se dijo que había operaciones de búsqueda en el municipio de Pale, donde ocurrió el accidente.
Medios locales identificaron el avión como el FTC-2000G chino, un caza de ataque terrestre con dos asientos, y mostraron imágenes del avión destrozado con restos humanos cerca.
La región de Sagaing es un bastión de la resistencia armada contra el ejército, que tomó el poder en febrero de 2021 derrocando al gobierno electo de Aung San Suu Kyi. La oposición comenzó pacíficamente pero derivó en una guerra civil cuando las autoridades usaron fuerza letal para callar el descontento.
Ni Ni Kyaw, portavoz de la milicia conocida como Ejército Popular de Liberación (EPL), dijo a la AP que sus combatientes derribaron el avión a las 12:30 p.m. mientras atacaban una comisaría en Pale.
Aseguró que en la última semana, los aviones miliares lanzaron cientos de bombas en la zona para apoyar a las tropas terrestres contra el EPL y otros grupos. El EPL publicó un vídeo y fotos de los restos humeantes del avión en un pueblo de Pale.
El ejército ha usado cada vez más ataques aéreos para enfrentar la lucha armada generalizada contra su gobierno, dependiendo de aviones de Rusia y China, que siguen proveyéndoles de armas avanzadas.
El FTC-2000G fue entregado por China en 2022, después del golpe militar. En mayo, un ataque aéreo en Sagaing golpeó una escuela, matando a hasta 20 estudiantes y dos maestros, según testigos. MRTV negó el ataque.
Se cree que el ejército ha perdido al menos cinco helicópteros y cuatro aviones, pero las afirmaciones de los grupos rebeldes sobre derribarlos son difíciles de confirmar por las restricciones mediáticas y la lejanía de las zonas de combate.