Toronto — El primer ministro canadiense Mark Carney dijo el domingo por la noche que las negociaciones comerciales con EE.UU. se reanudaron después de que Canadá cancelara su plan de imponer un impuesto a las empresas tecnológicas estadounidenses.
El presidente Trump declaró el viernes que estaba suspendiendo las negociaciones con Canadá por su intención de mantener el impuesto a empresas tecnológicas, el cual calificó como "un ataque directo y descarado contra nuestro país".
El gobierno canadiense afirmó que, "en anticipación" de un acuerdo comercial, "Canadá retiraría" el Impuesto a Servicios Digitales. Este impuesto iba a entrar en vigor el lunes.
Carney y Trump hablaron por teléfono el domingo, y la oficina de Carney confirmó que acordaron retomar las negociaciones.
"El anuncio de hoy permitirá avanzar en las negociaciones para cumplir con el plazo del 21 de julio de 2025, establecido en la cumbre del G7 en Kananaskis", dijo Carney en un comunicado.
Carney visitó a Trump en mayo en la Casa Blanca, donde se mostró educado pero firme. Trump viajó a Canadá para la cumbre del G7 en Alberta, donde Carney mencionó que ambos países fijaron un plazo de 30 días para las negociaciones comerciales.
Presidente Donald Trump y el primer ministro canadiense Mark Carney durante una reunión bilateral en la cumbre del G7 el 16 de junio de 2025 en Kananaskis, Alberta. Canadá fue el anfitrión de la reunión de las siete mayores economías del mundo.
(Imagen: Getty Images)
Trump, en una publicación en su red social el viernes pasado, afirmó que Canadá había informado a EE.UU. que mantendría su plan de aplicar el impuesto a servicios digitales, el cual afecta a empresas canadienses y extranjeras que interactúan con usuarios en línea en Canadá.
El impuesto iba a gravar con un 3% los ingresos de compañías como Amazon, Google, Meta, Uber y Airbnb generados por usuarios canadienses. Además, se aplicaría retroactivamente, dejando a las empresas estadounidenses con una deuda de $2 mil millones para fin de mes.
Daniel Béland, profesor de ciencia política en la Universidad McGill en Montreal, calificó la retirada de Carney como una "clara victoria" para Trump.
"En algún momento, esta acción podía ser necesaria en el contexto de las negociaciones comerciales, pero el primer ministro actuó ahora para apaciguar a Trump y lograr que acepte reanudar las negociaciones, lo cual beneficia tanto a la Casa Blanca como a las grandes tecnológicas", dijo Béland.
Añadió que esto hace parecer a Carney vulnerable ante los arranques de Trump.
"Trump obligó a Carney a hacer exactamente lo que querían las tecnológicas. Los ejecutivos estadounidenses estarán muy contentos", señaló Béland.
El ministro de Finanzas canadiense, François-Philippe Champagne, también habló el domingo con el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent.
"Cancelar el impuesto digital permitirá avanzar en las negociaciones para una nueva relación económica y de seguridad con EE.UU.", declaró Champagne.
El anuncio de Trump del viernes fue otro giro en la guerra comercial que inició desde su segundo mandato en enero. Las negociaciones con Canadá han sido una montaña rusa, comenzando con comentarios de Trump sugiriendo que Canadá podría convertirse en un estado más de EE.UU.
Canadá y EE.UU. han discutido reducir los altos aranceles que Trump impuso a productos canadienses, como el 50% para acero y aluminio, y el 25% para autos. También hay un impuesto del 10% a importaciones de varios países, que podría aumentar después del 9 de julio, cuando expire el plazo de negociación de 90 días.
Canadá y México enfrentan aranceles adicionales de hasta el 25% bajo el argumento de frenar el contrabando de fentanilo, aunque algunos productos siguen protegidos por el acuerdo USMCA firmado en 2020 durante el primer mandato de Trump.
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