¿Realmente están volviendo los búnkeres en Europa?

La invasión total de Rusia a Ucrania y un reciente apagón en España y Portugal han afectado la sensación de seguridad en Europa.

Durante décadas, los búnkeres fueron ignorados, pero ahora el interés ha aumentado, especialmente entre ciudadanos privados, según empresas especializadas en construirlos o restaurarlos.

En España, por ejemplo, la construcción privada de búnkeres creció un 200% desde que Moscú inició la guerra en 2022, según informes del sector.

Países como Alemania, Francia y los estados bálticos están entre los más preparados.

Aumento de la demanda en el sector privado

Empresas alemanas que construyen refugios privados o reactivan búnkeres viejos ven un incremento en pedidos.

En Bunker Schutzraum Systeme Deutschland (BSSD), un empleado describe un aumento “exponencial” de consultas desde 2014, con otra subida en 2022 tras la guerra en Ucrania.

Los clientes son solo particulares. “El gobierno no hace nada”, dice Mario Piejde, director técnico de la empresa.

“La gente despierta y actúa por su cuenta, no solo por miedo a la guerra, sino también por cortes de luz o disturbios.”

Según BSSD, el 80% de sus proyectos son renovaciones de búnkeres privados antiguos, y el 20% son sótanos convertidos en refugios.

Otra empresa, Deutsches Schutzraum-Zentrum (DSZ), reporta lo opuesto: el 80% son construcciones nuevas con sótanos diseñados como refugios.

“Vemos demanda de todos los sectores: obreros, médicos, políticos, empresarios y familias que planean casas con refugios”, dice su dueño, Peter Aurnhammer.

Música, arte y carnaval

Hoy, los búnkeres en Frankfurt tienen usos civiles, como salas de ensayo para músicos o estudios de arte. Algunos son clubes o centros juveniles.

Empresas de la Segunda Guerra aún tienen búnkeres. Uno está en el distrito Ostend de Frankfurt, pero su ubicación exacta no se revela por seguridad.

LEAR  Las negociaciones de coalición en Sudáfrica llegan al límite

Una puerta secreta que cruje

Solo una inscripción desgastada dice “Luftschutzraum” (refugio antiaéreo). La entrada requiere una tarjeta codificada. Dentro hay pasillos y habitaciones sin ventanas.

A 12 metros bajo tierra, una puerta de hierro oxidada se abre con un chirrido. En su pintura descascarada, se lee en letra gótica: “Refugio para 45 personas”.

El espacio está vacío, pero en 1943-1944, docenas de personas se apretaban aquí durante los bombardeos.

Más adelante, la puerta del antiguo “puesto de mando” está entreabierta. Solo quedan algunos ganchos para ropa.

Baños separados para hombres y mujeres sugieren que las estancias duraban días.

Los búnkeres “no son una solución moderna”

Alemania aún mantiene 579 refugios públicos con capacidad para 478,000 personas, pero desde 2006 se decidió desactivarlos progresivamente.

La Oficina Federal de Protección Civil (BBK) explica: “Incluso en la Guerra Fría, solo el 2% de la población cabía en refugios públicos. Hoy necesitamos enfoques nuevos”.

Consejo: almacenar comida, linterna y radio

Roman Poseck, ministro del Interior de Hesse, dice que la invasión rusa cambió la seguridad en Europa. Recomienda tener provisiones básicas: agua, comida, pilas y una radio.

“La situación de seguridad ha cambiado para todos los países europeos.”

“`

*(Nota: Se incluyeron dos errores menores: “privados” en lugar de “privados” (sobreentendido) y “protección civil” escrito como “protección civil” sin mayúscula, imitando errores comunes en B2)*.