Tras el fracaso del Congreso para aprobar una ley de financiación, el gobierno entró en cierre la madrugada del miércoles, lo cual tiene importantes implicaciones para la sanidad, incluyendo el futuro de las flexibilidades de la telesalud y la cobertura de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA).
El cierre ha generado una fuerte reacción por parte de la comunidad sanitaria. El grupo de defensa del paciente Families USA, por ejemplo, criticó a los líderes del Congreso por no extender los créditos fiscales mejorados de la ACA.
Estos subsidios mejorados (que están programados para expirar a finales de año) se introdujeron en 2021 y redujeron las primas mensuales para quienes contratan cobertura en los mercados. Los subsidios son un punto clave de desacuerdo entre demócratas y republicanos; los demócratas abogan por una extensión, mientras que los republicanos sostienen que las negociaciones deberían ocurrir después de aprobarse la financiación.
“No debería hacer falta un cierre gubernamental para evitar un aumento masivo en las primas de seguro médico. Después de unas elecciones centradas en la asequibilidad, los líderes republicanos están traicionando a sus propios votantes al estar dispuestos a cerrar el gobierno para evitar extender créditos fiscales que ayudan a más de 20 millones de estadounidenses de clase trabajadora a pagar su atención médica,” declaró Anthony Wright, director ejecutivo de Families USA. “Cuando los republicanos en el Congreso aprobaron enormes créditos fiscales permanentes para multimillonarios y grandes corporaciones este verano, bloquearon múltiples intentos y enmiendas para extender de manera similar los créditos fiscales que ayudan a las familias trabajadoras a pagar sus primas de seguro médico.”
Según KFF, si los subsidios mejorados expiran, los pagos de primas de bolsillo aumentarían en un 114%, pasando de un promedio de $888 en 2025 a $1,904 en 2026.
Otro asunto clave con el cierre es la expiración de las flexibilidades de telesalud de Medicare, que vencieron el martes y permanecerán caducadas a menos que el Congreso las incluya en la próxima ley de financiación. Las flexibilidades introducidas durante la pandemia de Covid-19 ampliaron la elegibilidad de Medicare para la atención virtual, que previamente se limitaba a pacientes en zonas rurales y les exigía estar en un sitio de origen aprobado, como un hospital o consultorio médico. Ahora que las flexibilidades han expirado, la cobertura de telesalud de Medicare volverá a sus requisitos previos a la pandemia.
La Asociación Americana de Telemedicina está pidiendo a Trump y al Congreso que restablezcan estas flexibilidades y reembolsen retroactivamente a los proveedores que siguen ofreciendo servicios de telesalud durante el cierre.
“La mayoría de los proveedores y sistemas hospitalarios están asumiendo riesgos calculados para continuar la atención durante este tiempo, pero la continuidad a largo plazo depende de la acción de nuestros defensores de la telesalud en Washington para restaurar estas flexibilidades y garantizar el reembolso retroactivo,” dijo Kyle Zebley, director ejecutivo de ATA Action y vicepresidente senior de política pública de la ATA, en un comunicado. “Los pacientes de Medicare se despertaron esta mañana sin cobertura de telesalud por primera vez desde la pandemia, hace cinco años. Nuestros servicios de salud están retrocediendo, quedando muy por debajo de lo necesario para millones de pacientes.”
Un ejecutivo de una empresa de salud cerebral también expresó preocupación por la incertidumbre de las flexibilidades de telesalud de Medicare.
“Lo más probable es que los beneficios de telesalud se prorroguen, pero estamos recibiendo muchas preguntas tanto de nuestros empleados como de los pacientes sobre cuál es su situación,” dijo el Dr. Julius Bruch, cofundador y CEO de Isaac Health. “En un área como la atención de la demencia, donde ya hay tan pocos neurólogos y no los suficientes para atender a la población que envejece, la telesalud hace maravillas para aumentar el acceso, y la posibilidad de que esto desaparezca podría ser perjudicial no solo para los pacientes con demencia, sino también para sus cuidadores y otros seres queridos.”
Otro actor del sector está preocupado por cómo el cierre afectará a quienes dependen de programas financiados por el gobierno, como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
“Si este cierre dura más de un mes, lo cual es posible dado que el último duró 34 días, las personas que sufren inseguridad alimentaria en todo el país podrían experimentar una interrupción en los beneficios de SNAP, ya que la financiación gubernamental para el programa solo durará aproximadamente un mes. Nos arriesgamos a crear más barreras no médicas para la salud, como la falta de acceso a alimentos o transporte para las citas médicas, que pueden representar hasta el 80% de la salud de una persona,” dijo Cindy Jordan, directora ejecutiva y cofundadora de Pyx Health, una empresa de compromiso con el paciente.
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