Rahm Emanuel, quien está considerando postularse para presidente, está presionando para que Estados Unidos siga el ejemplo de Australia y prohíba el acceso a la mayoría de las redes sociales a los menores de 16 años.
Alarmado por la naturaleza adictiva de las aplicaciones y los consiguientes riesgos para la salud y seguridad de los usuarios jóvenes, Emanuel quiere aumentar la presión pública sobre los legisladores estadounidenses para restringir el acceso a algunas de las plataformas más populares del mundo.
En un giro irónico, el posible candidato a la Casa Blanca en 2028 planea emitir su llamado a la acción este martes, justo cuando entra en vigor la prohibición australiana, en un video que publicará en sus propias cuentas de redes sociales, según planes que el demócrata compartió primero con POLITICO.
“Tenemos que elegir cuando se trata de nuestros adolescentes: ¿Quién va a ser una especie de guía moral? Yo pongo mi dedo en la balanza a favor de los adultos, no de los algoritmos”, dijo Emanuel en una entrevista, acusando a las grandes tecnológicas de priorizar las ganancias por encima de “proteger a nuestros adolescentes”.
Es la última de una serie de posturas políticas que Emanuel está afilando mientras el ex embajador, que trabajó para tres presidentes demócratas y fue alcalde de Chicago, critica los mensajes de su partido, desde la educación hasta la seguridad pública, de cara a unas elecciones legislativas cruciales.
Esto ocurre además mientras los demócratas recurren a influencers de redes sociales y animan a sus líderes y candidatos a pasar más tiempo en línea para promover sus mensajes y llegar a votantes más jóvenes.
Pero Emanuel ve estos asuntos por separado: una estrategia electoral dirigida a adultos mayores de 18 años versus un problema de salud pública que afecta a los adolescentes. Lo comparó con los pasos que dio como alcalde para reducir el tabaquismo juvenil, subiendo la edad mínima para comprar productos de tabaco. Y sugirió que los legisladores deberían comenzar apuntando a tres de las aplicaciones más populares entre los adolescentes estadounidenses: TikTok, Instagram y Snapchat.
“No podemos perder otra generación por inacción o bloqueo político”, declaró.
Emanuel parece adoptar una postura más dura sobre el acceso juvenil a las redes sociales que algunos de sus posibles rivales por la nominación demócrata, y se posiciona en contra del lobby de las grandes tecnológicas, que se ha opuesto ferozmente a regular el acceso argumentando que viola la libertad de expresión. Como candidato, él también recibió donaciones de gigantes tecnológicos, como Eric Schmidt y Sheryl Sandberg.
Preguntado sobre esas contribuciones, dijo que su postura actual demuestra su independencia de esas empresas.
En California, el gobernador Gavin Newsom firmó este otoño proyectos de ley que exigen a las plataformas mostrar advertencias sanitarias a los menores y verificar su edad. Tanto Newsom como su esposa han hablado sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental de los niños.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, firmó el año pasado un "Código Infantil" que busca limitar los datos que las empresas tecnológicas pueden recopilar de los niños, pero está enredado en una batalla legal. El gobernador de Illinois, JB Pritzker, firmó en 2023 una ley que busca garantizar que los niños sean compensados por aparecer en contenido en línea.
Consultado sobre si su propuesta de prohibición sería clave en su plataforma si se postula a presidente, Emanuel dijo que “cualquier cosa que nos permita mantener el enfoque en mejorar los estándares académicos y proteger a nuestros niños desde una base de salud pública será una prioridad”.
La pionera prohibición australiana está diseñada para restringir el acceso a plataformas como Facebook, Instagram, X, Snapchat, TikTok y YouTube para menores de 16 años. Y amenaza con imponer multas millonarias a sus empresas matrices si no toman “medidas razonables” para impedir el acceso de los jóvenes. Las tecnológicas protestaron, calificando la medida de apresurada y “miope”, y argumentaron que “no cumplirá su promesa” de hacer a los niños más seguros en línea. Pero ya han comenzado a desactivar cuentas.
Existe cierto apoyo a una prohibición similar en EE.UU. Casi seis de cada diez votantes en una encuesta de fines de 2024 dijeron que les gustaría ver restricciones similares, aunque el apoyo era menor entre los de 18 a 34 años. Otra encuesta en California mostró un 45% de apoyo a prohibir las redes sociales para menores de 16.
Un grupo bipartidista de senadores, incluido Ted Cruz, presentó a principios de año un proyecto de ley que prohibiría el acceso a las redes sociales a los menores de 13 años. Emanuel dijo que esa legislación tiene “el impulso correcto”.
Otro grupo bipartidista de senadores ha reintroducido un proyecto que exigiría a las empresas eliminar funciones que puedan afectar negativamente la salud mental juvenil. El proyecto fue aprobado abrumadoramente en el Senado el año pasado, pero se estancó en la Cámara de Representantes, donde ambas cámaras siguen en desacuerdo sobre los detalles.
Ante el bloqueo en el Congreso, un mosaico de estados, principalmente republicanos, ha aprobado leyes que intentan limitar el acceso de los niños exigiendo consentimiento parental e imponiendo toques de queda digitales. Pero esos esfuerzos han enfrentado la resistencia de grupos de la industria y han sido bloqueados en gran medida por los tribunales.
Aún así, un panel dividido de jueces de apelaciones permitió el mes pasado a Florida comenzar a aplicar una ley firmada por el gobernador republicano Ron DeSantis, que prohíbe el uso de muchas redes sociales a menores de 14 años y exige aprobación parental para los de 14 y 15 años. DeSantis ha elogiado la ley como una forma de proteger a los niños de depredadores en línea.
Emanuel reconoció los fuertes desafíos legales que podría enfrentar una prohibición amplia. Pero dijo que existe un argumento potencialmente “ganador” al enmarcar estas restricciones como un combate a “un problema de salud pública asociado con la tecnología” y no contra la tecnología en sí misma.
Tyler Katzenberger, Andrew Atterbury y Shia Kapos contribuyeron a este informe.
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