El Ministerio de Salud de Brasil ha confirmado quince fallecimientos y decenas de casos de intoxicación por metanol vinculados a bebidas alcohólicas adulteradas, siendo São Paulo el estado que registró el mayor número de víctimas.
La cartera sanitaria brasileña anunció este viernes que al menos 15 personas han perdido la vida y otras 58 han resultado intoxicadas tras consumir bebidas contaminadas con CH₃OH, en uno de los episodios de adulteración de licores más graves ocurridos en el país en los últimos años.
ENLACE RELACIONADO:
Brasil defiende la soberanía de Venezuela ante la creciente presión militar estadounidense
En su último informe, el Ministerio de Salud señaló que otros cincuenta casos sospechosos permanecen bajo investigación para determinar si el metanol fue la causa, mientras que se han descartado otros 635 diagnósticos.
São Paulo, el estado más poblado de Brasil, continúa siendo el epicentro de la crisis, con nueve muertes y 44 casos confirmados de intoxicación por CH₃OH. Los estados de Pernambuco y Paraná notificaron tres decesos cada uno, mientras que nueve fallecimientos adicionales aguardan confirmación toxicológica.
El Ministerio de Salud de Brasil confirma al menos quince muertes y 58 casos de intoxicación con metanol tras consumir bebidas alcohólicas adulteradas.https://t.co/oRQ6zTOvsr
— EFE Informativo (@EFEnoticias) 25 de octubre de 2025
Las autoridades han establecido un centro de operaciones de emergencia con actualizaciones trisemanales para rastrear la diseminación de los envenenamientos por metanol a nivel nacional. Este sistema de monitoreo está concebido para coordinar las respuestas federales y estatales, así como para garantizar la detección precoz de nuevos casos.
Los primeros reportes de intoxicación por CH₃OH emergieron a finales de septiembre. Desde entónces, se han iniciado múltiples investigaciones para rastrear el origen de la contaminación e interrumpir la distribución de las bebidas adulteradas.
Las autoridades sanitarias han exhortado a la población a evitar la adquisición o consumo de bebidas alcohólicas artesanales o no reguladas mientras prosiguen las pesquisas sobre cómo los productos contaminados con metanol llegaron a los consumidores.
