Estimados Lectores: Abajo les comparto algunas de mis citas favoritas sobre el otoño y el cambio de las estaciones. Espero que disfruten sus palabras tanto como yo.
Ralph Waldo Emerson nos recordó: “Cada momento del año tiene su propia belleza.” También creía que “La naturaleza siempre lleva los colores del espíritu.”
Henry David Thoreau nos animó: “Vive cada estación mientras pasa; respira el aire, bebe la bebida, saborea la fruta y resígnate a la influencia de la tierra.” Tambien escribió: “Octubre es el mes de las hojas pintadas.”
Margaret Fuller ofreció su fe en el cambio: “Hoy un lector, mañana un líder.”
John Keats comenzó su “Al Otoño” con lo inolvidable: “Estación de brumas y suave fecundidad, íntima amiga del sol que madura.”
Emily Dickinson, con su aguda brevedad, escribió: “Además del otoño que cantan los poetas, unos pocos días prosaicos.” También nos dio esta imagen: “Las mañanas son más suaves que antes, las nueces se ponen marrones; la mejilla de la baya está más llena, la rosa se ha ido del pueblo.”
Robert Frost capturó el anhelo de la belleza que pasa: “El primer verde de la naturaleza es oro, su tono más difícil de conservar. Su primera hoja es una flor; pero sólo por una hora.”
Rainer Maria Rilke escuchó la música solemne de la estación: “Señor, es el momento. El verano fue inmenso. Deja tu sombra en los relojes de sol, y en los prados suelta los vientos.”
William Blake alabó el ciclo: “Oh Otoño, cargado de fruta, y teñido con la sangre de la uva, no pases, sino siéntate bajo mi techo umbrío.”
George Eliot escribió: “¡Delicioso otoño! Mi propia alma está casada con él, y si yo fuera un pájaro volaría por la tierra buscando los otoños sucesivos.”
Alfred Lord Tennyson capturó el lado melancólico: “Lágrimas, ociosas lágrimas, no sé lo que significan, lágrimas de la profundidad de algún desespero divino, se alzan en el corazón, y se acumulan en los ojos, al mirar los felices campos otoñales.”
Así que, cuando te encuentres mirando las hojas caer de los árboles, recuerda que el otoño no es solo sobre finales; también es sobre comienzos. Las hojas pueden caer, pero las raíces permacen firmes. Los campos pueden descansar, pero la primavera espera su turno.
Deja que los poetas te hagan compañía mientras tomas algo caliente, das un paseo bajo árboles rojos, naranjas y verdes y respiras el aire fresco. Ellos susurran el mismo mensaje a través de los años: cada estación, especialmente esta, tiene su propio tipo de belleza, y vale la pena pararse a notarla.
Porque a veces, la mejor manera de avanzar es soltar, tal como lo hacen los árboles.
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