Querida Annie: Mi esposo cumplirá 60 años en su próximo cumpleaños y, a pesar de tener asma, está en muy buena forma. Nuestra hija tiene 27 años y no administra bien su dinero ni su vida. Recientemente le pidió a mi esposo que la ayude a mudarse, como ya lo ha hecho cuatro veces antes. Él aceptó, aunque solo eran ellos dos moviendo todo.
El nuevo apartamento queda en el tercer piso sin ascensor y se mudaron un día con 35 grados de calor. Les tomó varias horas y él no llegó a casa hasta después de las 10 p.m. Creo que fue una falta de consideración y muy egoísta de parte de nuestra hija. Ella suele ser así y solo avisó dos días antes de la mudanza.
Mi esposo es un gran padre, pero siento que debe poner límites con nuestra hija. Le dije que su petición no era razonable. Él dejó claro que si ella pide ayuda en el futuro, volverá a ayudarla. Me preocupa que lo siga usando hasta que no pueda más. Casi siempre solo nos habla cuando necesita algo. ¿Estoy mal al pedirle que contrate a alguien para sus próximas mudanzas? — Agotada en Texas
Querida Agotada en Texas: No estás mal. Tu hija ya tiene casi 30 años, lo que significa que debería encargarse de sus mudanzas sola o contratar ayuda si la necesita. Pero mientras tu esposo siga diciendo que sí, ella nunca lo hará.
En vez de enfrentar a tu hija, habla otra vez con tu esposo. Dile que te preocupa su salud y que, al ayudarla siempre, no la está ayudando realmente, sino facilitando su dependencia. Es hora de darle un poco de amor duro. Si él insiste en ayudarla en el futuro, anímalo a cuidarse primero y poner límites: días más cortos, no cargar cosas pesadas y que ella avise con tiempo.
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