El mundo del periodismo del motor está de luto por la pérdida de una de sus voces más influyentes, Quentin Willson, quien falleció el sábado 8 de noviembre a la edad de 68 años.
Willson, más conocido por su prolongado papel como el experto en coches de segunda mano de Top Gear y como fundador de la campaña FairCharge, sucumbió tras una breve batalla contra un cáncer de pulmón.
Su familia emitió un comunicado a través de Sky News, describiéndolo como un “verdadero tesoro nacional” y un “marido muy querido… padre devoto… y adorado abuelo”. El homenaje proseguía: “El vacío que ha dejado jamás podrá ser llenado. Su conocimiento no era solo aprendido, sino vivido; una biblioteca de experiencias ahora fuera de nuestro alcance”.
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Una vida dedicada al motor justo
La muerte del presentador, que se confirmó debida a un cáncer de pulmón, siguió a una breve enfermedad. Falleció en paz, rodeado de su esposa Michaela y sus hijos Mercedes, Max y Mini. La noticia conmovió a la industria automotriz y televisiva, donde era reverenciado por su absoluta dedicación a un periodismo centrado en el consumidor.
La voz de una generación: Top Gear, Fifth Gear y Strictly Records
La carrera de Willson lo convirtió en la autoridad definitiva en la compraventa de automóviles para el ciudadano de a pie, con información genuinamente práctica como: “Los japoneses son notoriamente grandes fumadores. Así que revisen el tapizado de los coches japoneses de segunda mano antes de comprarlos”.
De experto en coches usados a creador del peor conductor de Gran Bretaña
De 1991 a 2001, Willson fue el pilar fundamental del formato original de Top Gear, copresentando junto a Jeremy Clarkson. Sus secciones ofrecían consejos esenciales y prácticos sobre depreciación, averías comunes y compras inteligentes. Esta dedicación hacia el televidente le granjeó una profunda confianza y un enorme cariño del público conductor británico.
Tras la disolución del Top Gear original y su conversión en un programa sobre tres chicos malos de mediana edad, se convirtió en una figura clave en el programa rival Fifth Gear y creó el formato de popularidad mundial *Britain’s Worst Driver*. Reflexionando sobre su trayectoria, Willson declaró en una ocasión: “Cambiamos las cosas, hicimos los coches más fiables, educamos a los consumidores y fue divertido”.
Legado de un lobista: FairFuelUK y su lucha final por FairCharge
Alejado de la televisión, el impacto más profundo de Willson fue como lobista político, defendiendo consistentemente los derechos del consumidor en el sector del transporte del Reino Unido.
La lucha de los 100 mil millones: FairFuelUK
En 2011, cofundó FairFuelUK, una organización dedicada a impedir las subidas del impuesto sobre los carburantes. Se atribuye a esta campaña el haber ahorrado a los automovilistas británicos más de 100 mil millones de libras en impuestos planificados.
En una poderosa demostración de su compromiso con la equidad en los combustibles, el fallecimiento del fundador de FairCharge llega justo cuando su campaña más reciente ganaba un impulso significativo. FairCharge se lanzó para abordar las injusticias en la transición al vehículo eléctrico (EV), centrándose principalmente en el tipo del IVA del 20% aplicado a la carga pública de EVs, en comparación con el tipo reducido del 5% para la carga doméstica.
Sobre su cambio hacia los vehículos eléctricos, Willson manifestó: “Necesitamos impulsar la electrificación, de lo contrario nos encontraremos con la misma situación que tenemos con la gasolina y el diésel, donde el mercado eléctrico está controlado por actores externos…”. Su último trabajo fue una advertencia crucial de que el Reino Unido se arriesgaba a perder “billones en inversión global” si ignoraba la necesidad de una política justa para los vehículos eléctricos.
Homenajes y reflexiones finales
Ya fuera asesorando a los espectadores sobre un Ford defectuoso o presionando en el Parlamento sobre los impuestos al combustible, la carrera de Willson se definió por su papel como paladín del pueblo. Descifró el complejo mundo de la industria automotriz, al igual que su padre, un descifrador de códigos de Bletchley Park, una vez descifró mensajes enemigos, asegurándose de que el conductor medio nunca fuera estafado.
Los homenajes afluyen de colegas y activistas, honrando su trabajo, su sentido del humor y su espíritu incansable. La comunidad del motor ha perdido no solo a un periodista, sino a un gigante apasionado de la defensa del consumidor.