El miércoles, legisladores y expertos en políticas sanitarias se reunieron en Washington D.C. para la audiencia del subcomité de salud de la Cámara de Representantes sobre el uso de la inteligencia artificial en el ámbito sanitario.
A continuación, se presentan tres de los principales temas que se debatieron durante la sesión.
Ampliación de los usos prácticos de la IA en la sanidad
En sus palabras inaugurales, el representante Morgan Griffith (republicano por Virginia), presidente del subcomité de salud, se centró en la importancia de apoyar a los profesionales sanitarios y reducir la burocracia.
Mencionó varias áreas en las que la IA ya está demostrando su potencial en el sector sanitario. En el ámbito de la investigación, Griffith señaló que la IA puede acelerar el descubrimiento de fármacos y agilizar la selección de participantes para ensayos clínicos, lo que podría permitir a los pacientes acceder más rápidamente a nuevas terapias.
En cuanto a los casos de uso administrativos, destacó herramientas que permiten un procesamiento de reclamaciones más preciso para los pagadores y reducen la carga de papeleo de los clínicos. Griffith argumentó que este tipo de mejoras podrían liberar a los profesionales para que dediquen más tiempo a sus pacientes en lugar de quedar sumergidos en tareas administrativas.
El representante Nick Langworthy (republicano por Nueva York) también enfatizó el potencial de la IA para cerrar las brechas de atención en las comunidades rurales. Señaló que la tecnología está empezando a ampliar las capacidades diagnósticas en estas zonas, además de dar a los pacientes acceso a especialistas sin necesidad de desplazarse durante horas.
Además, la representante Diana Harshbarger (republicana por Tennessee) discutió cómo la IA podría mejorar la coordinación entre farmacéuticos y médicos, especialmente en zonas rurales donde los farmacéuticos son los proveedores de salud más accesibles.
Sostuvo que un mejor intercambio de datos, impulsado por la IA, podría permitir a los farmacéuticos desempeñar un papel más importante en el manejo de enfermedades crónicas y en garantizar la adherencia a la medicación de los pacientes.
Preocupaciones sobre la supervisión
Varios miembros del Congreso se mostraron firmes respecto a la idea de que la IA debe complementar el trabajo de los clínicos, no reemplazarlo. Subrayaron que las organizaciones sanitarias necesitan una mejor supervisión para garantizar que siempre haya un humano en el circuito cuando se trata de herramientas de IA clínica.
El representante Brett Guthrie (republicano por Kentucky) —presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, que supervisa el subcomité de salud— enmarcó este tema como una cuestión de confianza del paciente, afirmando que “el juicio humano debe permanecer en el centro de la atención”.
La representante Diana DeGette (demócrata por Colorado) hizo eco de las declaraciones de Guthrie, advirtiendo que una dependencia excesiva de la IA podría erosionar la relación médico-paciente si no se establecen los mecanismos de supervisión adecuados.
Algunos líderes también expresaron dudas sobre si la FDA tiene actualmente la autoridad suficiente para regular eficazmente los productos médicos impulsados por IA.
Michelle Mello, una académica en políticas de salud de la Universidad de Stanford, señaló que los marcos existentes de la FDA fueron diseñados para tecnologías estáticas, no para algoritmos que aprenden y evolucionan continuamente. Sin una vigilancia poscomercialización más sólida, dijo que la industria se arriesga a “implementar productos que se desvían de sus perfiles de seguridad y eficacia previstos”.
Preocupaciones sobre el uso de la IA en la autorización previa
Los legisladores expresaron cautela ante los sistemas de autorización previa impulsados por IA, especialmente dentro de los planes de Medicare Advantage. Los pagadores utilizan cada vez más la IA para automatizar las revisiones de reclamaciones, lo que aumenta sus ganancias mediante denegaciones predictivas pero a menudo limita el acceso de los pacientes a la atención.
El CMS ha iniciado un programa piloto para introducir la IA en la autorización previa de servicios de Medicare tradicional que han sido identificados como de alto riesgo de abuso. Sin embargo, Mello advirtió que exigir un revisor humano no es suficiente —dijo que “podrían ser ‘preparados’ por la IA para aceptar denegaciones”, esencialmente limitándose a refrendar las decisiones de la máquina.
El representante Greg Landsman (demócrata por Ohio) criticó duramente el programa piloto y pidió que se suspenda hasta que se establezcan mejores medidas de protección. Destacó el perverso incentivo para que las empresas denieguen más reclamaciones.
“Ganas más dinero si eres esa empresa de tecnología de IA si eres capaz de denegar más y más reclamaciones. Eso va a llevar a que la gente salga perjudicada”, declaró Landsman.
Foto: Mike Kline, Getty Images