Theo Leggett
Corresponsal de Negocios Internacionales
BBC
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La tragedia de Air India, en la que murieron al menos 270 personas, involucró uno de los aviones más innovadores y populares de Boeing. Hasta ahora, también era considerado uno de los más seguros.
Aún no sabemos por qué el vuelo 171 se estrelló solo 30 segundos después del despegue. Los investigadores ya recuperaron los datos de la caja negra y están trabajando para descubrirlo. Pero el incidente ha llamado la atención sobre el avión involucrado: el 787 Dreamliner, el primero de una generación moderna de aviones radicalmente eficientes en combustible.
Antes del accidente, el 787 había operado durante casi 15 años sin accidentes graves y sin víctimas mortales. Según Boeing, en ese periodo transportó a más de mil millones de pasajeros. Actualmente, hay más de 1,100 en servicio en todo el mundo.
Sin embargo, también ha sufrido una serie de problemas de control de calidad. Denunciantes que trabajaron en el avión han señalado preocupaciones sobre los estándares de producción. Algunos afirman que se permitió operar aviones con fallos potencialmente peligrosos, algo que la empresa siempre ha negado.
El Sonic Cruiser y el efecto del 11-S
Fue en una fría mañana de diciembre de 2009 cuando un avión nuevo salió a la pista del aeropuerto Paine Field cerca de Seattle y, ante una multitud emocionada, despegó hacia un cielo nublado. Ese vuelo fue el resultado de años de desarrollo y miles de millones en inversión.
El 787 se concibió a principios de los 2000, cuando el aumento del precio del petróleo preocupaba a las aerolíneas. Boeing decidió construir un avión de largo alcance que marcaría nuevos estándares de eficiencia.
"En los 90, Boeing trabajaba en un diseño llamado Sonic Cruiser", explica el historiador Shea Oakley. Este avión usaría materiales avanzados para llevar 250 pasajeros casi a la velocidad del sonido, priorizando velocidad sobre eficiencia.
"Pero tras el 11-S, la industria aérea sufrió mucho", dice Oakley. "Las aerolíneas le pidieron a Boeing el avión más eficiente posible, no el más rápido". Así nació el 787, cambiando el modelo de negocio: en lugar de grandes aviones entre aeropuertos principales, ahora se podían conectar ciudades pequeñas directamente.
El superjumbo de Airbus vs. la eficiencia de Boeing
Mientras tanto, Airbus, su rival europeo, tomó el enfoque opuesto: desarrolló el gigantesco A380, diseñado para rutas muy transitadas entre aeropuertos grandes. En retrospectiva, Boeing tuvo más razón: el A380 dejó de fabricarse en 2021, tras solo 251 unidades.
El 787 fue revolucionario: el primer avión comercial hecho principalmente de fibra de carbono, con aerodinámica avanzada y sistemas eléctricos en lugar de mecánicos. Boeing aseguró que sería un 20% más eficiente y mucho más silencioso que su predecesor, el 767.
Problemas graves: incendios y aterrizajes de emergencia
Poco después de entrar en servicio, surgieron problemas. En 2013, baterías de iones de litio se incendiaron en un 787 en Boston. Una semana después, otro avión hizo un aterrizaje de emergencia en Japón por el mismo motivo.
La producción también fue problemática, en parte por la decisión de abrir una nueva línea de ensamblaje en Carolina del Sur, lejos de Seattle. "Hubo serios problemas de desarrollo", dice el analista Richard Aboulafia.
Denuncias de empleados
En 2019, Boeing descubrió defectos en la fabricación que afectaban el ensamblaje. Las entregas se retrasaron y se detuvieron en 2021. Pero lo más grave fueron las denuncias de empleados.
John Barnett, exgerente de control de calidad, afirmó que la presión por producir rápido comprometió la seguridad. Dijo que se usaron piezas defectuosas y que restos metálicos afilos quedaron cerca de cables eléctricos. La FAA investigó y confirmó algunos de estos problemas.
Barnett temía que aviones ya en servicio tuvieran fallos ocultos. "Creo que es cuestión de tiempo antes de que pase algo grave con un 787", dijo en 2019. Tristemente, se suicidó en 2024 mientras testificaba en una demanda contra Boeing.
Otra denunciante, Cynthia Kitchens, había reportado en 2011 que se usaban piezas defectuosas para evitar retrasos. Boeing negó sus afirmaciones.
En 2023, otro empleado, Sam Salehpour, testificó ante el Senado de EE.UU., advirtiendo que los atajos en producción podrían causar un "fallo catastrófico".
¿Es seguro el 787?
A pesar de todo, el 787 tiene un historial de seguridad sólido: 16 años, 1,200 aviones y más de mil millones de pasajeros sin accidentes hasta ahora.
"Si hubiera problemas graves, ya se habrían manifestado", opina Aboulafia. Sin embargo, la Fundación para la Seguridad Aérea, creada por otro denunciante, señala que había preocupaciones previas al accidente de Air India.
Por ahora, la causa del siniestro sigue siendo un misterio. Mientras tanto, expertos como Scott Hamilton, de Leeham Company, aseguran que no dudarían en volar en un 787.
Crédito de la imagen principal: Getty Images
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