Acceso a la vivienda en España: un problema creciente
En los últimos años, el acceso a la vivienda se ha vuelto extremadamente difícil para muchos españoles, especialmente en las principales ciudades del país. Los precios del alquiler no paran de subir sin control.
Al mismo tiempo, han aumentado las protestas ciudadanas por el derecho a una vivienda digna, pero hasta ahora han tenido poco efecto. El problema afecta principalmente a los jóvenes y a la clase media.
Según BBC Mundo, la razón por la que España ha sufrido un impacto tan extremo podría encontrarse en el papel que han jugado los compradores extranjeros en los últimos años, apostando fuerte por el mercado inmobiliario español.
Grandes fondos de inversión estadounidenses como Blackstone y Goldman Sachs se movieron en España cuando el acceso a la vivienda apenas comenzaba a ser un problema. En los últimos años, miles de casas y apartamentos se han convertido en alojamientos turísticos o estacionales para visitantes extranjeros.
Además, España ha recibido un fuerte flujo migratorio, sumando 1,2 millones más de residentes extranjeros desde 2022. Esto ha contribuido a un aumento del 84% de la población en tres años, incrementando también la demanda de vivienda.
El economista Raymond Torres explicó a BBC Mundo que «el mercado en España se caracteriza por una demanda muy fuerte, lo que lo hace atractivo para inversores extranjeros que confían en vender sus propiedades con ganancias, ya que los precios suben año tras año».
En el primer trimestre de 2025, los precios de la vivienda subieron un 12,2%, el mayor aumento en 18 años según el INE. Datos del gobierno también revelan que solo en 2023, unos 27.000 inmuebles fueron comprados por no residentes fuera de la UE.
Tras la crisis financiera del 2008 y el estallido de la burbuja inmobiliaria, capital extranjero y fondos estadounidenses adquirieron grandes carteras de viviendas a precios bajos, que luego se revalorizaron.
No hay cifras exactas, pero BBC Mundo reportó que Blackstone posee 22.000 propiedades en España, siendo el segundo mayor tenedor de alquileres, con 19.600 viviendas (la mayoría en Madrid).
Más del 9% de los alquileres en España están en manos de grandes tenedores privados. La crítica hacia propietarios extranjeros y alquileres turísticos es constante.
Pedro Sánchez criticó que muchos compradores «no lo hicieron para vivir, sino para especular». Mientras, Pablo Pérez, de la Unión de Inquilinos de Madrid, denunció que los alquileres de Blackstone se han duplicado al renovar contratos.
Torres aclaró: «Los fondos extranjeros no son responsables de la escasez, pero sí se benefician de ella».
La construcción se frenó tras la burbuja y, aunque ha retomado, no hay suficiente suelo y pocas viviendas son sociales (menos del 2,5%). La población exige cambios regulatorios, más inversión pública y políticas coordinadas.
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