El gobierno español enfrenta críticas crecientes por los fallos en la red ferroviaria española, apenas semanas después de que ladrones de cables dejaran varados a miles de pasajeros en Andalucía y Madrid.
Este no fue un incidente aislado, en septiembre del año pasado una falla de señalización causó un descarrilamiento de tren en la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona, lo que provocó largas demoras.
“En cualquier otro país europeo, alguien habría renunciado”, dijo el líder del Partido Popular (PP), Alberto Nuñez Feijoo.
El PP culpa al Ministro de Transporte Oscar Puente por el mal estado de la red ferroviaria, mientras que el partido de derecha Vox ha pedido la renuncia del Ministro.
Los funcionarios de alto rango siguen defendiendo la red ferroviaria. (Foto: Cordon Press)
Muchas personas se preguntan qué sucede con los miles de millones de euros en fondos de la UE que España recibe para mejorar la infraestructura nacional.
Muchos españoles se preguntan si la red ferroviaria decrépita es consecuencia de la corrupción, la mala gestión o simplemente un fracaso de la gobernanza pública.
España es el segundo mayor receptor de fondos de recuperación post-pandemia de la UE, habiendo recibido ya 47.96 mil millones de euros en subvenciones y 340 millones de euros en préstamos del paquete total de 724 mil millones de euros.
A principios de este año, Puente anunció incluso una inversión récord de 10 mil millones de euros en la infraestructura ferroviaria de España.
A pesar de las crecientes quejas y reclamaciones de compensación, altos funcionarios del gobierno, incluido el Primer Ministro Pedro Sánchez, han defendido el sistema ferroviario.
El propio Puente ha elogiado previamente el sistema como “un modelo de éxito”, diciendo en noviembre que el modelo español “debería probarse en todas partes”.
Sin embargo, RENFE, el operador ferroviario estatal, registró 353,665 reclamaciones de compensación en 2023, casi el doble de las 189,212 reclamaciones registradas en 2019.
