"¿Qué está pasando exactamente en Orihuela Costa?"

Una comunidad frustrada exige respuestas al alcalde Vegara

Cuando Pepe Vegara asumió como alcalde de Orihuela en mayo de 2023—a pesar de la oposición de su propio partido por temas judiciales pendientes—se prometió un cambio. Dos años después, el desencanto crece en Orihuela Costa, donde la brecha entre promesas y avances reales se amplía.

Se han aprobado dos presupuestos municipales, con más de 50 millones de euros en el banco, pero solo una fracción mínima se ha invertido, especialmente en la costa, que genera la mayor parte de los ingresos. Mientras los discursos oficiales hablan de proyectos, la realidad muestra otra cosa: obras públicas dispersas que parecen más maquillaje que progreso real.

Para muchos, el alcalde Vegara encarna la peor versión de la Ley de Murphy: "Todo lo que puede salir mal, saldrá mal". Una y otra vez, su administración elige el camino más caótico e ineficaz.

Frustrados, los residentes recurren a redes sociales y medios independientes para expresar su ira. Estas plataformas rebosan críticas y decepción, un reflejo condenatorio de una gestión que debería pesar en la conciencia de cualquier servidor público que aún valore la integridad.

Pero no es solo esta administración bajo fuego. El público sabe que los fracasos actuales heredan décadas de complacencia política. Los partidos van y vienen, pero el ciclo de negligencia y promesas rotas persiste, como un testigo en una carrera que nadie quiere ganar.

Lo más alarmante es el silencio del sector empresarial, especialmente turístico. Orihuela Costa aporta el 90% de los ingresos turísticos del municipio, pero el deterioro de servicios e infraestructura amenaza su base de clientes. Si el declive continúa, los visitantes huirán—y los negocios locales sufrirán.

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De cara a las elecciones de 2027, hay poca esperanza entre los residentes costeros, especialmente extranjeros. Años de promesas vacías han reducido la participación electoral. Sin cambios, la tendencia continuará.

Por eso preguntamos directamente: Sr. Vegara, ¿qué pasa en Orihuela Costa? Esta zona es el motor económico y social de Orihuela—La Zenia, Playa Flamenca, Villamartín, Cabo Roig, Punta Prima, Los Dolses—llenas de vida todo el año.

Y, sin embargo, reciben servicios deficientes, pocos eventos culturales y la expectativa de que los vecinos mantengan sus propias zonas—limpiando maleza, áreas verdes o alrededor de contenedores, tareas municipales. Pagamos impuestos sin falta, pero nuestro único premio es más abandono.

Alcalde Vegara, esto está bajo su responsabilidad. Orihuela Costa no es un satélite, es el sustento del municipio. Si cae, Orihuela cae con ella. Quizá sea hora de que su sueldo—y el de sus concejales—dependa de resultados. Porque, hasta ahora, su balance es desastroso.