Hace ochenta años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Rusia se prepara para conmemorar la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en 1945 con su desfile militar tradicional el viernes.
Será el cuarto desfile que contará con miles de soldados y equipo militar pesado en la Plaza Roja desde el comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.
Las medidas de seguridad son aún más estrictas de lo habitual debido a las amenazas de Ucrania de no cumplir con un alto el fuego unilateral ordenado por el presidente ruso Vladimir Putin.
Se espera que Putin una vez más justifique la invasión a Ucrania en su discurso, por eso los representantes occidentales están manteniéndose alejados.
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, es el único esperado en Moscú de un país de la UE y la OTAN. El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, también está en Moscú.
Según informes de medios, los aproximadamente 10,000 participantes en el desfile incluirán soldados de numerosos otros países, así como participantes rusos en la guerra contra Ucrania.
Como es tradición, se exhibirán tanques, sistemas de defensa aérea y sistemas de misiles. También está programado un desfile aéreo con aviones de combate rusos.
El invitado más importante de Putin este año es el presidente chino Xi Jinping. Según el Kremlin, se espera que líderes de Brasil, Cuba y Laos, así como Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán se unan a Putin en el podio.
