Los viajeros extracomunitarios con destino a países de la UE/espacio Schengen se enfrentarán en breve a controles fronterizos biométricos, ya que el nuevo Sistema de Entrada/Salida (EES) de la UE entrará en vigor a partir del 12 de octubre. Pero, ¿pueden los viajeros rechazar este procedimiento?
El sistema EES reemplazará gradualmente el sellado de pasaportes por la toma de huellas dactilares y escaneos faciales para los visitantes de estancia corta, según la Comisión Europea.
La Comisión afirma que el sistema es necesario para prevenir las estancias ilegales, poner freno al fraude de identidad y reforzar la seguridad de las fronteras exteriores.
Se está implantando mediante una aplicación gradual por toda Europa a partir del 12 de octubre y estará plenamente operativo en abril de 2026.
¿Quién debe facilitar datos biométricos y quién no?
El EES afecta a visitantes de países como el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, así como a titulares de visados de corta estancia para el espacio Schengen. Deberán facilitar sus huellas dactilares y una imagen facial en su primera entrada; esta información se almacenará para futuros cruces. Los ciudadanos de la UE y del espacio Schengen están exentos, al igual que los nacionales de terceros países que posean una tarjeta de residencia válida en un país de la UE/espacio Schengen.
Pero, ¿puedo negarme a facilitar mis huellas dactilares y el escaneo facial?
Bien se puede, pero no se le permitirá viajar. La UE lo deja claro: “Si se niega a facilitar sus datos biométricos, se le denegará la entrada en el territorio de los países europeos que utilicen el EES.”
En otras palabras, no tendrá más remedio que dar media vuelta y regresar a su país.
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¿Por qué se recopilan sus datos?
Según la Comisión, el EES está diseñado para reforzar la gestión fronteriza, prevenir la migración irregular y controlar a quienes sobrepasan su estancia. También pretende identificar a viajeros que utilicen identidades o pasaportes falsos, y ayudar a prevenir e investigar el terrorismo y otros delitos graves. En resumen, los escaneos biométricos tienen como objetivo agilizar los controles fronterizos a la vez que se refuerza la seguridad.
Entonces, ¿qué datos se almacenan y por cuánto tiempo?
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El sistema registra los detalles del pasaporte del viajero, la fecha y el lugar de entrada y salida, las huellas dactilares, una imagen facial y cualquier denegación de entrada. En la mayoría de los casos, los registros se conservan durante tres años. Si una persona se queda más tiempo del permitido, su expediente puede retenerse hasta cinco años. Los datos se eliminan automáticamente cuando finaliza el período legal de almacenamiento.
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¿Quién puede acceder a los datos?
Los guardias fronterizos y las autoridades de inmigración utilizarán el sistema para verificar identidades y determinar el derecho de entrada. Los cuerpos policiales de los países Schengen y Europol pueden acceder a los datos bajo estrictas condiciones para la investigación de terrorismo o delitos graves. Las aerolíneas y compañías de transporte no pueden acceder a información personal, pero sí pueden verificar si se ha agotado la vigencia de un visado.
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¿Cómo se protegen sus datos?
La Comisión declara que el EES cumple con la estricta normativa europea de protección de datos y está supervisado tanto por las autoridades nacionales de protección de datos como por el Supervisor Europeo de Protección de Datos. Los datos se almacenan en una base de datos central segura gestionada por la Agencia de la UE eu-LISA, que garantiza el cumplimiento de las normas de privacidad.
El sistema se ha construido con “protección de datos desde el diseño y por defecto”, lo que significa que solo el personal autorizado puede acceder a él, y únicamente para fines específicos.
Los viajeros tienen derecho a solicitar el acceso a su registro en el EES y a solicitar correcciones si los datos son incorrectos o están incompletos. También pueden solicitar la eliminación de datos procesados ilegalmente. Se pueden presentar reclamaciones ante las autoridades nacionales de protección de datos o, en algunos casos, ante el Supervisor Europeo de Protección de Datos.
