El Presidente Trump ha sugerido cambiar el nombre del Golfo Pérsico al Golfo Arábigo antes de un viaje a Oriente Medio la próxima semana, una medida que enfureció a Irán y a su gente. “Tendré que tomar una decisión”, dijo el Sr. Trump en la Oficina Oval el miércoles. “No quiero herir los sentimientos de nadie. No sé si se van a herir los sentimientos”. La semana pasada, The Associated Press informó que el Sr. Trump planeaba anunciar el cambio de nombre en su gira por varios países árabes, que han estado presionando por el cambio durante años. El agua azul turquesa ha sido llamada Golfo Pérsico desde al menos el 550 a.C., cuando la dinastía persa de Ciro el Grande gobernaba un imperio que se extendía desde la India hasta los bordes de Europa occidental. La antigua Persia es ahora el Irán moderno, y toda su costa sur se extiende a lo largo del Golfo Pérsico. Los gobiernos de Irán, desde la era pre-revolucionaria del sha, han defendido firmemente al Golfo Pérsico como el único nombre legítimo. Así lo han hecho los iraníes dentro y fuera del país, que ven el nombre como una parte fundamental de su identidad nacional y cultural. Al sugerir el cambio de nombre, el Sr. Trump aparentemente ha logrado lo imposible: unir a los iraníes de todas las facciones políticas, ideológicas y religiosas. Han expresado su descontento en declaraciones y publicaciones en redes sociales, condenando la idea del Sr. Trump.
