A solo 15 km en coche de las bulliciosas torres de Benidorm se encuentra la serena y blanqueada joya de Altea, un pequeño pueblo costero que acaba de ser coronado como uno de los mejores destinos costeros de España para los turistas británicos que viajan con un presupuesto limitado.
En una reciente encuesta realizada por Which? Travel, más de 1,000 viajeros clasificaron las mejores escapadas costeras de España, y Altea obtuvo una impresionante calificación de cuatro estrellas sobre cinco en categorías como relación calidad-precio, paisaje y encanto.
Es fácil ver por qué este pintoresco pueblo de la Costa Blanca está ganando popularidad entre aquellos que buscan alejarse de las multitudes turísticas en favor de algo un poco más auténtico.
Descrito por Which? como un “destino de pueblo histórico donde los domos de iglesias de azulejos azules brillan sobre una colina de casas de cubos de azúcar”, Altea parece sacada de una postal.
Sus calles empedradas serpentean entre callejones blanqueados, pasando por balcones cubiertos de buganvillas, y se abren a pequeñas plazas donde los lugareños toman café a la sombra de los olivos.
En el corazón del casco antiguo se encuentra la impresionante iglesia, conocida por su icónico domo azul y blanco que brilla bajo el sol del Mediterráneo.
La plaza principal que la rodea bulle de vida, con acogedores bares de tapas, tiendas de artesanía y restaurantes que sirven platos de marisco fresco, y ofrecen vistas panorámicas de la costa.
Los amantes del arte también están de enhorabuena. Altea es conocida por su espíritu creativo, con numerosos talleres, galerías y estudios de artistas dispersos por toda la ciudad.
Nunca estás lejos de una pieza de cerámica hecha a mano, un lienzo colorido o una escultura extravagante de un artista local.
A diferencia de su vecino reluciente Benidorm, Altea ha mantenido su alma de pueblo pequeño.
No hay rascacielos ni restaurantes de cadena, solo playas de guijarros tranquilas, callejones sinuosos y una atmósfera relajada que hace que los visitantes regresen año tras año.
Es el tipo de lugar donde expatriados, locales y visitantes se mezclan en un ambiente amistoso y relajado. Como lo describió Which? Travel, es ideal “para aquellos que desean mantenerse alejados de turistas adinerados y engreídos”.
Su costa de 6 km está salpicada de playas de guijarros y calas escondidas, perfectas para un baño tranquilo o una tarde empapada de sol con un libro.
Y para aquellos que desean algo más que mar y sangría, la cercana sierra de Bernia ofrece excelentes senderos para hacer senderismo y vistas panorámicas que hacen que el corto viaje tierra adentro valga la pena.
Altea también cuenta con una ubicación privilegiada. Está enclavada entre dos puntos de referencia importantes, con Benidorm al sur y Calpe al norte.
Para los viajeros británicos, llegar allí es fácil. Los vuelos de ida y vuelta al cercano Aeropuerto de Alicante están disponibles desde una variedad de ciudades del Reino Unido, incluyendo Bristol, Birmingham, London Luton, Newquay, Norwich, Exeter y Leeds.
Así que si sueñas con una escapada española que combine belleza, cultura y autenticidad, Altea podría ser la alternativa perfecta a los populares resorts de playa.