A las siete de la mañana del jueves, operarios del Ayuntamiento de Palma iniciaron la tala de las bellasombras de la Plaça Llorenç Villalonga. Vecinos contrarios a la eliminación de los ejemplares protagonizaron una protesta, reclamando la preservación de estos árboles y exigiendo una mayor protección del arbolado en los espacios públicos.
El martes, un juzgado de Palma dio luz verde a la actuación municipal, después de que Amics de la Terra hubiera interpuesto un recurso contra la tala. El tribunal avaló los argumentos esgrimidos por el consistorio, sustentados en informes técnicos de la concejalía de Parques y Jardines.
El juzgado subrayó “la responsabilidad municipal de garantizar la seguridad ciudadana”. Dichos informes concluían que los árboles presentaban un estado deficiente y padecían una enfermedad, por lo que suponían un riesgo por la posibilidad de caída, especialmente en episodios de vientos fuertes o lluvias intensas.
El ayuntamiento señala que el año pasado ya se sustituyeron otras bellasombras en la misma plaza, un proceso que también contó con aprobación judicial. Tras la retirada de los dieciocho ejemplares, se procederá de inmediato a la plantación de veinte árboles nuevos.