Manifestante retrasa el árbol anual de la Plaza de Trafalgar en Oslo tras una protesta climática.
Foto: Municipio de Oslo
EL TRADICIONAL árbol de Navidad que la capital noruega, Oslo, regala cada año a Londres ha logrado llegar y ser erigido en el célebre centro de la Plaza de Trafalgar… aunque no sin algunos contratiempos. Un manifestante había trepado al árbol en una protesta contra las industrias petroleras de Noruega y el Reino Unido, demorando la ceremonia de tala.
Un manifestante, encaramado en las ramas del árbol tradicional
El árbol de este año, que conmemora el 79º abeto regalado al Reino Unido por Oslo, tiene 20 metros de altura y unos 65 años de edad, fue seleccionado por expertos y bautizado como “Ever Oslo”. No obstante, cuando los alcaldes de Oslo y Londres, escolares locales, trabajadores, diversos invitados y la prensa se congregaron para la ceremonia de tala, descubrieron a un activista climático encaramado en una de sus ramas, portando una pancarta que rezaba: “Keir Starmer, Para Rosebank Ya”.
El manifestante, perteneciente a Extinction Rebellion, una organización de activistas medioambientales, se encontraba allí para protestar contra las operaciones petroleras marítimas en las secciones noruega y británica del Mar del Norte. En concreto, el hombre protestaba contra Equinor, una compañía petrolera que pretende desarrollar el mayor yacimiento de gas y petróleo sin explotar del Reino Unido, llamado Rosebank. El yacimiento se sitúa a unos 130 kilómetros al noroeste de las Shetland y ha sido objeto de una gran controversia climática, alegando muchos que vulnera directamente los compromisos climáticos del Reino Unido.
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Knut Johansson, responsable del departamento de medio ambiente de la ciudad, declaró en ese momento: “Es realmente lamentable. No podemos continuar con un hombre en el árbol”. Hubo que llamar a la policía para que escoltara al manifestante fuera del lugar de la tala. Finalmente, la ceremonia pudo reanudarse y, una vez derribado el árbol de 20 metros, se plantó otro en su lugar.
El árbol presenciará su ceremonia de encendido de luces el jueves 4 de diciembre a las 18:00. Permanecerá en la Plaza de Trafalgar hasta el 5 de enero, cuando será retirado y reciclado.
Problemas tradicionales con el árbol
Además de la protesta, algunos de los árboles enviados desde Oslo a Londres resultaron dañados durante el transporte, continuando la cadena de mala suerte para esta larga tradición. No solo eso, el árbol recibe bastante críticas año tras año. En ejercicios anteriores, el largo transporte ha provocado que los árboles perdieran ramas, lo que llevó a los espectadores a tacharlos de decepcionantes e incluso de “deshonra nacional“, como fue el caso el año pasado. Ciertamente, para muchos, la tradición de quejarse del árbol parece ir de la mano con el obsequio en sí.
Una tradición longeva, pese a los inconvenientes
A pesar de los percances, Oslo ha regalado al Reino Unido un abeto noruego cada año desde 1947, como símbolo de gratitud por el apoyo brindado durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque la ceremonia rara vez transcurre sin incidentes, los lazos entre Noruega, en recuerdo de la mano tendida del Reino Unido mientras el país nórdico estaba bajo ocupación Nazi, permanecen inquebrantables. Hoy, el árbol sigue siendo un faro no solo del espíritu navideño, sino de amistad, estabilidad, camaradería y esperanza.
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