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Treinta y siete organizaciones de las Islas Baleares participarán en la protesta del sábado contra la situación de la vivienda en las islas. La protesta en Palma será una de las 40 que se llevarán a cabo en toda España, esta acción a nivel nacional comparte un lema común que pide poner fin al “negocio de la vivienda”.
Entre las 37 organizaciones que se reunirán en la Plaça Espanya al mediodía se encuentra la plataforma Mallorca No Es Ven. ‘Mallorca No Se Vende’ fue iniciada por el colectivo Banc de Temps en Sencelles, quienes fueron los principales organizadores de la protesta contra la situación de la vivienda en mayo del año pasado. Esa protesta atrajo a 15,000 personas según cifras policiales; los organizadores estimaron la cifra en 25,000.
Un portavoz de Mallorca No Es Ven, Javier Barbero, afirma que la situación ha empeorado desde mayo pasado. “No han aparecido políticas para proteger a la clase media en ningún lugar. Las únicas propuestas han venido del sector de la construcción y la inmobiliaria. Y estas son construir más viviendas y liberalizar terrenos para grandes propietarios y especuladores.
“Mallorca ya no es un lugar atractivo para trabajar, y el número de personas que abandonan trabajos estacionales en turismo y hostelería ha aumentado porque no vale la pena. Lo mismo está sucediendo con la educación, la sanidad y la seguridad.”
Destacando la vulnerabilidad de la clase media, los migrantes y las familias con hijos, Barbero contrasta esto con “los vuelos directos desde Estados Unidos a Mallorca que están siendo utilizados por agencias inmobiliarias americanas para inspeccionar y comprar propiedades para sus clientes”.
Recordando las causas de la huelga de alquileres de 1931 en Barcelona, dice que hoy en día existe una situación similar: la falta de viviendas asequibles y los especuladores subiendo los precios. “Debe haber un llamado de atención. No solo está en juego el presente, también lo está el futuro de nuestros hijos en la isla. La situación es intolerable, y algo está gestándose. La insularidad ha jugado en nuestra contra; los precios de la vivienda han subido, dejándonos sin salida ni opciones.”
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