Para cualquiera que haya seguido su romance de dos primaveras, el compromiso de Taylor Swift con la estrella de fútbol americano Travis Kelce no supuso una gran sorpresa. Tampoco lo fue la naturaleza coreografiada de la sesión de compromiso.
La serie de cinco fotografías, publicadas en Instagram y que ya han sido liked más de 35 millones de veces, muestra a la pareja en varios actos de una propuesta escenificada en el interior de un vergel ajardinado adornado con rosas y urnas.
La acertada pareja, o como se refieren a sí mismos en la publicación, “su profesor de inglés y su profesor de educación física”, lucían diseños de Ralph Lauren. Kelce, con una camisa de piqué azul marino y pantalones cortos a medida, y Swift con un vestido blanco con brotes que se agotó minutos después de que apareciera el post. Las imágenes, que simulan ser un vistazo a un momento privado, revelan que cada detalle, desde las pulseras de flores hasta las alhajas de Cartier, había sido meticulosamente orquestado. Swift puede ser la estrella pop más grande del mundo, pero es aún mejor dirigiendo el arte de su propio cuento de hadas.
Las fotos de compromiso escenificadas se han convertido en una de las tradiciones más recientes de la industria nupcial, una forma para que las parejas inmortalicen el momento, o al menos una interpretación cuidadosamente curada del mismo.
Fotografía: Taylor Swift/Instagram/Reuters
En los últimos años, Alline Beatrici ha estado fotografiando propuestas y compromisos junto con bodas. “Esto es una sesión de propuesta en lugar de una sesión de compromiso”, dice Beatrici, quien prefiere un estilo más naturalista y desenfadado. “A veces me escondo en un arbusto esperando la propuesta”, relata, “después de lo cual dejo que la pareja disfrute del momento durante media hora aproximadamente y luego regreso para las fotos de compromiso”.
“No descarto que la propuesta (de Swift/Kelce) fuera una sorpresa, pero son celebridades, así que sospecho que no. Es un indicio cuando las personas se hacen las uñas”, bromea.
Capturar estos hitos, o momentos de “microcompromiso”, comenzó como un servicio complementario para los fotógrafos de bodas y una forma de que las parejas practicaran estar frente a la cámara antes del gran día. “Por lo general, los fotografío unos meses después del compromiso, pero el 80% de ellos no tendrá una sesión de boda posterior”, comenta Beatrici. La popularización del fenómeno en los últimos años se debe en gran medida a Instagram y TikTok, un reflejo de cuánto influyen las redes sociales en las tradiciones matrimoniales. Beatrici alienta a sus parejas a elegir un lugar significativo en vez de uno meramente fotogénico, pero admite que las demandas de las redes sociales suelen influir.
Fotografía: Taylor Swift/Instagram/Reuters
La capacidad de Swift para proyectar sinceridad, a pesar de orquestar meticulosamente la situación, ha sido un pilar crucial en la construcción de su imagen como estrella pop, especialmente en línea. “Es una forma sencilla de comunicarse con su base de fans mostrando una visión íntima de su vida”, afirma Kadian Pow, profesor de sociología en la Universidad de Birmingham City.
“Nada de lo que hace Taylor Swift es una mera celebración”, sostiene Pow. “La semana pasada estuvo en un podcast hablando sobre su nuevo álbum, y ahora anuncia su compromiso? Es una narrativa perfectamente elaborada… una forma de mantener a los fans y a los medios pendientes de su historia”, explica. También es un método para controlar dicha narrativa, a la vez que se galvanizan las cruciales relaciones parasociales con sus seguidores. “Existe una idea muy arraigada de que ella fue la chica nerd que terminó con un atleta de fútbol americano. De algún modo, transmite el mensaje de que ella lo logró. Es parte de la elaboración de su personalidad pública”.
Para las celebridades, las sesiones de compromiso ahora rivalizan con las sesiones de embarazo, un tropo muy utilizado en la industria del espectáculo desde que Demi Moore apareció en la portada de Vanity Fair en 1991. Suelen aparecer flores, como se vio en la sesión de embarazo al estilo Botticelli de Beyoncé en 2017, al igual que una estética que podríamos denominar “relajada pero cuidada”.
A £230, su vestido resulta relativamente asequible para una celebrity de su calibre. “No se supone que debas parecer demasiado arreglado en un compromiso, para que no parezca que lo estabas esperando; quieren transmitir honestidad y espontaneidad”, opina Avery Trufelman, del aclamado pódcast sobre moda “Articles of Interest”. “El estilo ‘preppy’ es informal y, sin embargo, conlleva cierto grado de formalidad inherente”.
También ayudó que la prenda estuviera a la venta cuando se publicaron las imágenes. Swift generalmente rehúye la moda ostentosa para subrayar su imagen accesible. Pero, como firma, Ralph Lauren es la encarnación del sueño americano bien vestido. “Ellos, como el propio Ralph, eran muy conscientes de las imágenes aspiracionales de cuento de hadas que estaban creando, y se vistieron para el papel”, señala Trufelman. Además, “se alinea con los tiempos que vivimos: la estética de la esposa tradicional”, añade Pow.
Ryan O’Neal y Ali MacGraw en Love Story. Fotografía: Entertainment Pictures/Alamy
El estilo es también evocador de la película *Love Story* de 1970, que popularizó el término “preppy” al usar la moda para denotar clase social. Incluso los mocasines sin calcetines de Kelce son un código directo de la década de 1980 de “ El manual preppy”, que aconsejaba “mocasines usados en el club de campo, nunca con calcetines”.
Los pantalones cortos de Kelce pueden parecer informales, pero existe una gran tradición de que los hombres guarden los anillos dentro de sus bolsillos, lo que solo promueve la espontaneidad calculada detrás de las imágenes, como si realmente lo hubiera propuesto en el momento.
La relación ha sido “pública y notoria desde el principio”, afirma Pow. Son solo las flores las que las delatan, comenta la florista Julia Campbell-Gillies, quien piensa que, dada la temporada, las rosas “habrán sido importadas de Ecuador y Colombia; realmente espero que no fueran solo para la foto”. Y, por supuesto, el anillo de diamantes de Artifex Diamond, que, según la revista Brides, ronda el medio millón de dólares.
Fotografía: Taylor Swift Instagram
