Llamada a la acción legislativa. Crédito: Steve Evans / Creative Commons
El partido PP Balears ha registrado una propuesta en el Parlamento Balear para prohibir el velo integral, arguyendo que tanto el burka como el niqab son símbolos de sumisión “incompatibles con una sociedad democrática”, según la diputada popular Cristina Gil, quien presentó la iniciativa el miércoles 17 de diciembre.
Gil explicó que la propuesta pretende combatir prácticas que atentan contra los derechos fundamentales, la igualdad y la dignidad de mujeres y niñas, como la imposición del velo islámico integral, los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina. La diputada enfatizó que la iniciativa “no va dirigida contra ninguna religión” sino que busca defender “la libertad, la dignidad y la igualdad de las mujeres”.
Valores constitucionales en juego
El PP sostiene que el uso del velo islámico integral representa una forma de opresión contraria a los valores constitucionales. Gil recordó que la Constitución Española proclama la igualdad entre hombres y mujeres y sitúa la dignidad humana como fundamento del orden político y la paz social, advirtiendo que “la libertad religiosa no puede utilizarse para justificar prácticas discriminatorias”.
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Precedentes europeos
La diputada también señaló que varios países europeos, como Francia, Bélgica, Dinamarca, Austria, Bulgaria y Suiza, ya han aprobado leyes que prohíben el velo integral en el espacio público, especialmente por motivos de igualdad y seguridad. Subrayó que “España no puede quedarse atrás en la defensa de los derechos humanos”.
Abordando la violencia extrema contra la mujer
La propuesta también aborda prácticas consideradas formas extremas de violencia contra mujeres y niñas, como la mutilación genital femenina y los matrimonios forzados o infantiles. Gil las calificó de “verdaderas barbaridades” e insistió en que ninguna tradición cultural puede anteponerse a los derechos humanos.
Llamada a la acción legislativa
El texto insta al Parlamento a declarar estas prácticas contrarias a los valores fundamentales de la sociedad y a exigir su persecución y castigo, así como a requerir al Gobierno de Pedro Sánchez que promulgue las reformas legales necesarias para prohibir el velo islámico integral en todos los edificios públicos. “Cada siete segundos una niña es forzada a casarse en el mundo. Las instituciones no pueden mirar para otro lado”, concluyó la diputada.
Debate en Cataluña y propuestas municipales
En otras partes de España, particularmente en Cataluña, el uso del velo integral también ha generado debate político. Varias ciudades catalanas han aprobado o están considerando restricciones para llevar el burka y el niqab en espacios públicos o edificios municipales. Por ejemplo, Barcelona ha introducido medidas para prohibir estas prendas en edificios públicos, como mercados y bibliotecas, alegando motivos de identificación y dignidad, aunque se discute si dichas normas deberían extenderse a calles y transporte público.
Iniciativas regionales y propuestas políticas más amplias
Asimismo, en Cataluña y otras zonas, partidos como Vox han presentado propuestas para extender la prohibición del velo integral a todos los espacios públicos, como parte de un llamado más amplio a legislar sobre este tema en toda España. Sin embargo, algunas iniciativas han encontrado resistencia en los parlamentos autonómicos, donde mociones que instaban a una prohibición general han sido rechazadas por diputados que defienden la libertad religiosa y de expresión.
Los críticos advierten de discriminación religiosa
Los opositores a la propuesta de prohibición del burka argumentan que dichas medidas conllevan el riesgo de discriminar a las mujeres musulmanas e infringir su derecho a la libertad religiosa. Partidos de izquierda y organizaciones de derechos humanos sostienen que prohibir el velo integral en espacios públicos podría marginar a las mujeres que eligen llevarlo voluntariamente, en lugar de liberarlas, y podría aislarlas aún más. Insisten en que el respeto a la elección individual es clave para una sociedad verdaderamente inclusiva.
Centrarse en la integración y el diálogo, no en prohibiciones
Los críticos también arguyen que las prohibiciones legales hacen poco por abordar las causas subyacentes de la desigualad de género o las prácticas forzadas. En su lugar, abogan por la educación, programas sociales y el diálogo dentro de las comunidades para empoderar a mujeres y niñas. Advierten que una prohibición del burka podría provocar tensiones sociales y estigmatizar a comunidades enteras, socavando los esfuerzos por promover la cohesión y la comprensión mutua en sociedades diversas.