Los propietarios de los coches de caballos de Málaga forzaron a la directora de un santuario animal extranjero a superar la oferta de un matadero para rescatar a dos de los animales de una muerte segura.
Signe Frossle, al frente de ‘A Better Life 4 Horses’, explicó al Olive Press que se vio obligada a pagar «cincuenta euros más» que los seiscientos euros que el matadero ofrecía por cada equino para convencer a los dueños de vendérselos.
El coste total por salvar a la pareja ascendió a bastante más de mil euros, fondos recaudados por «personas y seguidores del centro de rescate».
Esto evidencia la renuncia de los propietarios a ceder los animales al santuario sin exprimir hasta la última gota a la organización y a sus benefactores.
Estos dos caballos se encontraban entre los más de sesenta afectados por la reciente prohibición de los coches de caballos turísticos en Málaga, la cual puso fin a este medio de transporte en la ciudad.
Cuando los animales finalmente llegaron al santuario con sede en Antequera, presentaban un aspecto de no haber recibido cuidados adecuados desde hacía tiempo.
Frossle acusó a los dueños de negligencia deliberada anticipándose a la prohibición, sabiendo que supondría el fin de su negocio y, por tanto, «no quisieron invertir ni un céntimo» en los animales.
Uno de los rocines que arribó al refugio de Frossle presenta múltiples heridas y un eccema severo, además de unas pezuñas desmesuradamente largas, mientras que el otro muestra «nerviosismo» y reacciona con temor ante cualquier movimiento.
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Uno de los caballos rescatados llegó al santuario con numerosas lesiones.
Pese a su manifiesta desidia en el cuidado de los caballos, los propietarios se negaron rotundamente a cederselos sin obtener un beneficio económico final.
Tras el rescate de esta pareja, se alega que el Ayuntamiento de Málaga ha prohibido a los antiguos titulares de licencias vender directamente a los mataderos.
No obstante, aún pueden venderselos a tratantes que luego los derivan al sacrificio, un cambio que, según Frossle, simplemente añade «una jugada más» a la cadena.
«Es ridículo que no se haya establecido mediante contrato el destino que tendrán los caballos», afirmó.
La responsable del santuario espera poder llevar a cabo más rescates y actualmente «agura más información» sobre al menos otro caballo.
Signe Frossle y Paula, una voluntaria, con un caballo rescatado.
‘A Better Life 4 Horses’, ubicado en Antequera, acoge en la actualidad a treinta y seis caballos rescatados y tiene capacidad para admitir a más de una docena adicional.
Frossle manifiesta que «es reconfortante saber que al menos dos de ellos no terminarán en el matadero», pero es consciente de que el futuro de muchos otros pende de un hilo mientras continúan las negociaciones entre propietarios, comerciantes, mataderos y santuarios.
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