El conocido destino turístico de Benidorm, en España, está tomando medidas contra las tiendas que muestran productos ofensivos o groseros en sus escaparates. Las autoridades temen que estos artículos dañen la imagen de la zona y molesten a los transeúntes.
Entre estos objetos se incluyen camisetas de broma y souvenirs con mensajes sexuales, que suelen estar a la vista en la llamada “zona guiri”. Esta es el área central que frecuentan principalmente los turistas extranjeros.
Los productos a menudo están anunciados en inglés, debido al gran número de visitantes británicos que recibe la ciudad cada año.
Javier Jordá, el responsable de comercio del ayuntamiento, explicó que la medida busca “garantizar que los menores o comunidades vulnerables no estén expuestos a mensajes ofensivos en los espacios públicos”.
Añadió que “se han detectado ciertas actividades comerciales que pueden considerarse inconsistentes” con la normativa local de Benidorm.
Situado en la costa mediterránea oriental de España, Benidorm es uno de los destinos turísticos más famosos del país. El año pasado, atrajo a casi tres millones de visitantes, de los cuáles más de 830.000 eran británicos.
La ley municipal establece que los escaparates “no deben exhibir productos que puedan herir la sensibilidad moral de las personas”, poniendo como ejemplo los “artículos sexis”. Esta regulación no afecta a los artículos que se venden dentro de las tiendas.
Las autoridades locales conservadoras han comenzado la iniciativa recordando a los dueños de las tiendas la normativa y pidiéndoles que retiren de sus ventanas o entradas cualquier objeto que pueda violarla.
Si no lo hacen, el siguiente paso será imponer sanciones, que pueden incluir multas de hasta 3.000 euros.
No obstante, el Sr. Jordá dijo que esperaba que tales medidas no fueran necesarias.
“No queremos llegar a eso, pero debemos garantizar el respeto por la norma y que se dé la imagen correcta de la ciudad”, afirmó.
España recibió el año pasado 94 millones de turistas extranjeros, una nueva cifra récord. Los visitantes del Reino Unido, Francia y Alemania fueron los más numerosos.
Los destinos más populares son los complejos turísticos de la costa mediterránea, como Benidorm, o los de las Islas Canarias y Baleares.
Sin embargo, la industria turística española ha intentado recientemente alejarse del modelo de sol y playa, por el que el país es famoso. Esto se debe a la preocupación por el exceso de turismo, que ha provocado protestas.