Diputados franceses abogan por prohibir las redes sociales a menores de 15 años e imponer un «toque de queda digital» para adolescentes de entre 15 y 18, argumentando el impacto «tóxico» y «adictivo» de plataformas como TikTok.
Una comisión parlamentaria, tras su investigación de seis meses sobre los efectos psicológicos de las redes sociales, describió a TikTok como un «veneno lento» y una «fábrica de infelicidad» que expone a los jóvenes usuarios a contenidos nocivos, incluyendo vídeos que promueven la violencia, el racismo, el sexismo e incluso el suicidio.
El informe de 300 páginas de la comisión, que ha sido presentado a la Asamblea Nacional de Francia, recomienda prohibir el acceso a las redes sociales para los menores de 15 años e imponer un toque de queda digital de 10 p.m. a 8 a.m. para los adolescentes mayores, con el fin de limitar el uso nocturno. También propone prohibir los teléfonos móviles en los colegios e introducir una posible figura delictiva de «negligencia digital» para los padres que no supervisen la actividad en línea de sus hijos. El objetivo de estas medidas es proteger a los jóvenes de contenidos que puedan agravar problemas de salud mental o incitar al autodaño, citando el informe desgarradores testimonios de padres cuyos hijos se quitaron la vida tras estar expuestos a vídeos nocivos.
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Diputado francés aboga por la prohibición y acusa a TikTok de poner «a sabiendas» en peligro a los niños
Arthur Delaporte, el diputado socialista que presidió la investigación, acusó a TikTok de poner «a sabiendas» en peligro a los jóvenes con contenidos adictivos y peligrosos, y ha remitido al fiscal público de Paris alegaciones sobre el papel de la plataforma en daños a usuarios. Laure Miller, la ponente de la comisión del partido centrista del Presidente Macron, criticó a TikTok por no restringir los contenidos dañinos a pesar de afirmar que prioriza la seguridad de los adolescentes.
TikTok rechazó las conclusiones del comité tachándolas de «caracterización engañosa», afirmando que sus medidas de seguridad existentes incluyen un límite de tiempo de pantalla de 60 minutos para menores de 18 años y recordatorios para que los menores de 16 dejen de usar la aplicación después de las 10 p.m. La plataforma, que utilizan más de 20 millones de personas en Francia, insiste en que cuenta con excelentes funciones de seguridad para proteger a los usuarios jóvenes.
Propuesta francesa de prohibir las redes sociales por completo a menores de 15 años
Las propuestas se producen tras la promesa hecha por el Presidente Macron en junio de restringir las redes sociales a menores de 15 años para abordar la violencia adolescente, impulsada por incidentes como una apuñalamiento en un colegio. La iniciativa de Francia se alinea con esfuerzos europeos más amplios, con Dinamarca y España también explorando límites de edad para las redes sociales. No obstante, la Comisión Europea sigue siendo cauta, con la Presidenta Ursula von der Leyen monitorizando la reciente prohibición australiana para menores de 16 años, que entrará en vigor en diciembre, antes de decidir un enfoque a nivel de la UE. 19 personas en Nepal fallecieron en disturbios tras la prohibición general de redes sociales en el país.
¿Cómo aplicará Francia la prohibición de redes sociales?
Su aplicación, sin embargo, es otra cuestión. El informe francés sugiere depender de la tecnología de verificación de edad, trasladando la responsabilidad a las empresas de redes sociales, de manera similar al modelo australiano, que amenaza con fuertes multas a los padres por incumplimiento. Los críticos se preguntan cómo se implementarían prácticamente dichas restricciones, especialmente la propuesta ofensa de «negligencia digital» parental.
Mientras los políticos franceses debaten las nuevas medidas, la Asamblea Nacional también examina una regulación digital más amplia, incluyendo la monetización de contenidos, en medio de las crecientes preocupaciones sobre plataformas como Kick, donde se transmitió en directo la reciente muerte del influencer francés Jean Pormanove. El resultado de las propuestas podría reconfigurar cómo los jóvenes en Francia, y potencialmente en toda Europa, interactúan con las redes sociales.