Una ENCUESTA revela un apoyo abrumador para extender las prohibiciones de fumar en lugares públicos junto con un aumento en los impuestos al tabaco.
El estudio fue realizado para la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), cuyos miembros son médicos de familia.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud, cada año mueren unas 50.000 personas en España a causa del tabaco.
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Además, el tabaquismo está asociado a 35 enfermedades, como cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, EPOC o diabetes.
El 74% de los encuestados por la semFYC afirmó querer prohibir fumar y vapear en terrazas de hostelería y paradas de transporte público.
Esta cifra aumenta al 85% en relación a las entradas y alrededores de los colegios.
El estudio de la semFYC entrevistó a 9.500 personas para su encuesta anual sobre tabaquismo, publicada el lunes coincidiendo con la Semana Sin Humo.
Mientras el gobierno busca endurecer las regulaciones, la encuesta indica que ha aumentado el número de personas que quieren más restricciones en comparación con el año pasado.
Otros hallazgos incluyen un 65% de apoyo a la prohibición en parques, un 63% en playas y, quizá sorprendentemente, un 53% a favor de prohibir fumar en vehículos privados.
Existe una brecha generacional: el apoyo de los adolescentes a nuevas zonas libres de humo es entre un 20% y un 30% más bajo, debido a la popularidad del vapeo.
Los médicos están preocupados por los datos relacionados con adolescentes, pues los chicos de 14 a 18 años—a pesar de la prohibición de venta—vapean nueve veces más que el resto de la población.
El 10% de ellos usa vapeadores, un aumento del 70% respecto al año pasado.
Los expertos afirman que el vapeo es la puerta de entrada al tabaco entre los jóvenes, como demuestra que el 93% combina ambos hábitos, aunque en la adolescencia más personas vapean que fuman.
Esto cambia totalmente al cumplir 18 años, cuando se pueden comprar cigarrillos o tabaco legalmente, relegando los productos de vapeo a un tercer puesto.
Otra conclusión de la encuesta muestra un respaldo mayoritario a subir los impuestos al tabaco y cigarrillos electrónicos para reducir el consumo.
El 74,6% de los encuestados apoyó un aumento de precios que, según los expertos, podría reducir el número de fumadores hasta un 15%.
