Prohíben el «ecoblanqueo» de aerolíneas: Basta de cobros extra

Activistas pintan un avión de verde en acción contra el greenwashing.
Crédito: Lorraine Turci – Greenpeace

Veintiuna aerolíneas europeas, entre las que se encuentran las españolas Volotea y Vueling, se han comprometido ante la Comisión Europea y las autoridades nacionales de consumo a cesar en el uso de afirmaciones engañosas sobre la sostenibilidad de sus vuelos.

Esta medida se produce tras una denuncia presentada hace dieciocho meses por la organización de consumidores europea BEUC, que acusó a las compañías de incurrir en prácticas comerciales desleales de “greenwashing”.

Concretamente, las aerolíneas han acordado “dejar de afirmar que las emisiones de CO2 de un vuelo específico pueden ser neutralizadas, compensadas o reducidas” mediante contribuciones económicas directas de los pasajeros a proyectos medioambientales o por el uso de combustibles alternativos. El escándalo afecta a 21 grandes transportistas, incluidas: Air Baltic, Air Dolomiti, Air France, Austrian Airlines, Brussels Airlines, Eurowings, Easyjet, Finnair, KLM, Lufthansa, Luxair, Norwegian, Ryanair, SAS, SWISS, TAP, Transavia France, Transavia CV, Volotea, Vueling y Wizz Air, todas las cuales ofrecían reducir su huella de carbono si el pasajero abonaba un suplemento.

Lo Más Leído en Euro Weekly News

Cambios y compromisos clave

Tras un “diálogo” liderado por las autoridades de protección al consumidor de Bélgica, Países Bajos y España, las aerolíneas han acordado varias medidas fundamentales:

  • Fin de las Afirmaciones de Neutralización Directa: Las empresas deberán aclarar que las emisiones de CO2 de un vuelo concreto no pueden “neutralizarse, compensarse o reducirse directamente” mediante contribuciones a proyectos de protección climática o combustibles de aviación alternativos.
  • Terminología Precisas: El uso del término “combustibles de aviación sostenibles” deberá limitarse a aclaraciones debidamente justificadas, y las aerolíneas se abstendrán de emplear lenguaje o terminología ecológica imprecisa.
  • Transparencia sobre Objetivos Futuros: Las compañías deberán aportar información más detallada sobre sus futuras declaraciones medioambientales, como la consecución de emisiones netas cero de gases de efecto invernadero. Dicha información incluirá plazos claros, medidas alcanzables y los tipos de emisiones en cuestión.
  • Cálculos Claros de Emisiones: Las aerolíneas deberán garantizar que los cálculos de emisiones de CO2 se muestren de forma clara y transparente, respaldados por suficiente evidencia e información científica.

Los consumidores celebran la decisión

La organización de consumidores europea BEUC aplaudió el compromiso. Agustín Reyna, su Director General, calificó el acuerdo como “una noticia excelente” porque significa que las aerolíneas afectadas aceptan que deben “dejar de atraer a los consumidores con promesas verdes”.

“Ya era hora de que las aerolíneas dejaran de presentar el hecho de volar como una opción sostenible. Pagar ‘tarifas verdes’ para plantar árboles no garantiza en modo alguno que las emisiones de las aeronaves se eliminen de la atmósfera. Este lucrativo negocio no beneficia ni a los consumidores ni al medio ambiente”, añadió Reyna.

“Los consumidores son la fuerza motriz de nuestra economía. Una y otra vez, los europeos han demostrado su disposición a contribuir a un futuro más sostenible y resiliente. Ahora es importante que la industria iguale estos esfuerzos garantizando transparencia y honestidad en sus declaraciones medioambientales”, declaró Michael McGrath, Comisario de Democracia, Justicia, Estado de Derecho y Protección de los Consumidores.

Las autoridades nacionales serán ahora las responsables de supervisar que las empresas cumplan con las medidas acordadas dentro de los plazos establecidos.

Reclamar un reembolso a las aerolíneas que practican el *greenwashing*

Sin embargo, la noticia de la Comisión Europea de que las aerolíneas en cuestión dejarán de publicitar esta tasa “verde” no es del todo positiva. Dado que el acuerdo se alcanzó extrajudicialmente, aquellas aerolíneas que han estado cobrando el suplemento no están obligadas a reembolsar automáticamente a los pasajeros que lo hayan pagado. Los pasajeros que abonaron estas tasas pueden iniciar una reclamación basándose en la reciente decisión sobre *greenwashing*.

La vía más efectiva es enviar primero una queja formal por escrito directamente a la aerolínea, citando el hallazgo de la Comisión Europea de que las declaraciones medioambientales eran engañosas en virtud del marco de Cooperación de Protección al Consumidor (CPC). Si la aerolínea rechaza la reclamación, los pasajeros deberán entonces escalar la queja a su autoridad nacional de protección al consumidor (como la Dirección General de Consumo en España) o unirse a cualquier demanda colectiva que estén organizando los principales grupos de derechos del consumidor (como la OCU en España), que probablemente utilizarán la resolución de la UE como prueba fehaciente para exigir una compensación retroactiva por prácticas comerciales engañosas.

LEAR  Crear historia es una 'motivación extra' para el Manchester City