Por Alfred Clarke
La reciente fractura de una serie de losas internas en un túnel ferroviario de alta velocidad en España ha generado tensiones entre políticos regionales y Madrid.
Esto ocurre más de una década después de que un equipo de perforación encontrara un acuífero importante al excavar el túnel de 7 km bajo el Valle de Abdalajís, entre Málaga y Antequera.
La nueva fractura se produjo en el tramo del túnel que pasa bajo un pueblo de 2.500 habitantes.
El colapso afecta al túnel principal de los trenes AVE que conectan Málaga y Madrid.
El incidente ocurrió el 23 de julio durante labores de mantenimiento cruciales tras las fuertes lluvias de esta primavera.
Sin embargo, las cosas no salieron según lo previsto: durante los trabajos, el agua comenzó a brotar de las grietas en las rocas, dañando el interior del túnel.
La fractura del hormigón interior se debe a los acuíferos superiores incrustados en las rocas calizas porosas.
La grieta se atribuye a las intensas lluvias de la primavera.
Este problema se detectó por primera vez durant la construcción de dos túneles paralelos a mediados de los 2000.
Se solucionó parcialmente, pero nunca por completo, y el riesgo siempre estuvo latente. Ahora, el temor a otra fractura se ha materializado.
El pueblo ya tiene el agua más cara de España.
Debido a la escasez de suministro por el corte del acuífero, ADIF ha tenido que pagar por el transporte de agua durante la última década.
Según cifras oficiales, solo en los últimos cinco años se gastaron €15.7 millones en camiones cisterna para la población local. La cifra supera el doble si se incluyen años anteriores.
Actualmente, el pueblo recibe 450.000 litros diarios, con un costo de unos €9.000.
Pero el impacto económico para las autoridades podría ser aún mayor.
Expertos advierten que uno de los túneles podría permanecer cerrado al menos seis meses, o incluso más.
Esto deja un solo túnel operativo para los trenes restantes—docenas diarias hacia Madrid, Barcelona, Córdoba y Sevilla—que ahora tendrán que compartir una única vía.
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Los expertos temen que un mayor deterioro afecte destinos turísticos como Málaga. Crédito: Cordon Press
Por ahora, los retrasos son de 10 a 20 minutos por tren, que suelen recuperarse en el trayecto.
No obstante, preocupa que si el otro túnel sufre daños, surgiría un grave problema para la infraestructura turística.
—Si la fractura y las filtraciones afectaran al otro túnel, sería alarmante—explicó el experto Ray Ward.
—En última instancia, esto tendría un impacto devastador en el sector turístico—añadió.
—Diariamente circulan unos 22 trenes solo entre Madrid y Barcelona, transportando unos 10.000 pasajeros, muchos de ellos turistas.
—La fluidez de estos trenes es clave para el turismo en Málaga y alrededores.
—Si la línea se cerrara, destinos como Málaga perderían popularidad, pues dejarían de ser una opción viable para viajeros en tren.
—El efecto dominó y los costes serían enormes.
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