La Princesa Leonor de España realizó su primer vuelo en solitario el jueves en el avión de entrenamiento Pilatus PC-21, utilizado por todos los alumnos de la Academia General del Aire y del Espacio, como parte de la formación que inició el pasado 1 de septiembre en San Javier (Murcia). La heredera al trono piloto finalmente la aeronave sin la compañía de un instructor, tras completar las pertinentes clases en simulador y vuelos con uno de los profesores de la academia, pasos previos a lo que se conoce como la “suelta”, según informó este viernes la Casa Real, que publicó varias imágenes del momento. En ellas se ve a la Princesa de Asturias ultimando los preparativos en la cabina y haciendo el gesto de arrancar el motor antes del despegue, así como su posterior suave aterrizaje en la pista de San Javier tras sobrevolar el Mediterráneo.
Posteriormente, fue recibida por algunos de sus compañeros, quienes la felicitaron por su logro y con los que comentó cómo le había ido. Zarzuela también ha compartido otras imágenes de su instrucción durante los últimos tres meses, con clases en el simulador y con su instructor de vuelo, así como su primer vuelo con él. La Princesa de Asturias se incorporó a la Academia como alumna de cuarto curso, con el empleo de teniente segundo, iniciando su formación algo más tarde que sus compañeros, al no haber cursado los tres años previos en San Javier, habiendo asistido previamente a la Academia General Militar y a la Escuela Naval.
Por regla general, los alumnos suelen realizar su primer vuelo con instructor al mes o mes y medio de llegar a la academia, aunque no hay plazos fijos para que esto ocurra, y solo cuando el instructor los considera suficientemente preparados tiene lugar el primer vuelo en solitario. Previamente, es necesario recibir formación teórica sobre la aeronave, que ha sustituido al C-101, popularmente conocido como “Culopollo”, para después ponerla en práctica en los simuladores. Primero en el CBT (Computer Based Training), más sencillo y con tres pantallas que aportan imágenes de cómo sería el exterior, además de una réplica de los mandos.
Tras ello, se pasa al FTD (Full-flight Training Device), un simulador avanzado que replica la cabina del Pilatus y ofrece una visión de 180 grados, brindando una experiencia virtualmente real de lo que es pilotar uno de estos aviones. También entrenan con todo el equipo que llevarán a bordo, el cual pesa unos 7 kilos. Una vez completado el primer vuelo con instructor, los alumnos combinan esta práctica con clases en el simulador de vuelo hasta que se considera que tienen los conocimientos y habilidades para volar el Pilatus por sí mismos, como ya ha hecho la Princesa Leonor. En su primer día en San Javier, la Princesa de Asturias tuvo su primer contacto con la aeronave que terminaría pilotando.
Ya entonces declaró a la prensa que afrontaba su último año de formación militar “con ilusión por aprender” a volar, pero “poco a poco”. En aquel momento, el director de la Academia, el coronel Luis González Asenjo, no quiso entrar en detalles sobre el calendario de la instrucción de la teniente segundo Borbón ni sobre cuándo podría producirse su primer vuelo con instructor, y menos aún su “suelta”, ya que no todos los alumnos logran finalizar pilotando un avión en solitario por diversos motivos. La heredera al trono sigue así los pasos tanto de su padre, el Rey Felipe VI, como de su abuelo, Juan Carlos I, quienes también estudiaron en San Javier y aprendieron a volar en solitario, aunque ambos lo hicieron en el C-101.