El primer ministro de Canadá, Mark Carney, aceptó una invitación del presidente chino Xi Jinping para visitar China, lo que señala un “punto de inflexión” en la relación entre los dos países.
La invitación llegó después de que los dos líderes se reunieran durante 40 minutos en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) el viernes. Fue el primer encuentro entre un primer ministro canadiense y el presidente chino desde 2017.
Las relaciones entre los países han sido tensas desde una disputa diplomática en 2018 y han estado enfrascados en un conflicto comercial desde 2024.
Sin embargo, mientras las tensiones comerciales entre Canadá y Estados Unidos siguen aumentando, Carney ha dicho que el país buscará fortalecer sus lazos con otras economías importantes.
Él ha señalado su deseo de duplicar las exportaciones canadienses que no son hacia Estados Unidos en la próxima década, en respuesta a que el presidente Donald Trump impuso aranceles punitivos a productos canadienses y a algunos de sus sectores críticos.
Eso incluye fortalecer los vínculos comerciales con “los gigantes económicos de Asia”, dijo Carney la semana pasada.
Hablando brevemente con periodistas después de su reunión con Xi el viernes, Carney dijo que cree que Canadá y China han alcanzado un “punto de inflexión” en sus relaciones que generará desarrollos positivos para la economía canadiense.
“La distancia no es la manera de resolver problemas, ni la forma de servir a nuestra gente”, dijo el primer ministro.
En sus propias declaraciones, Xi dijo que “China está dispuesta a trabajar con Canadá para llevar las relaciones sino-canadienses de vuelta a un camino correcto, saludable, estable y sostenible” que beneficie a ambos países.
Los dos líderes instruyeron a sus funcionarios a “actuar rápidamente para resolver los problemas e irritantes comerciales pendientes”, según un comunicado de la oficina de Carney después de la reunión.
Un conflicto comercial ha ido escalando desde que Canadá impuso un arancel del 100% a los vehículos eléctricos chinos en octubre de 2024, imitando una acción similar de Estados Unidos. Más tarde ese mismo mes, Canadá estableció un arancel del 25% al acero y aluminio chino.
China tomo represalias en marzo imponiendo aranceles a varios productos agrícolas canadienses, incluyendo un impuesto del 76% a la importación de semillas de colza canadiense y del 100% al aceite, harina y guisantes de colza.
Estas medidas han perjudicado a los agricultores del oeste de Canadá, ya que China es, por mucho, el mayor importador de semillas de colza del país.
Algunos primeros ministros provinciales del oeste, como Wab Kinew de Manitoba y Scott Moe de Saskatchewan, han pedido desde entonces al gobierno federal que elimine los aranceles a los vehículos eléctricos chinos. Kinew dijo a principios de este mes que Canadá se encuentra ahora en una “guerra comercial en dos frentes” con sus dos socios comerciales más grandes: Estados Unidos y China.
Por separado, Estados Unidos ha impuesto un arancel del 35% a todos los productos canadienses no cubiertos por un tratado de libre comercio existente, además de un impuesto del 50% al acero y aluminio y del 25% a los automóviles.
La semana pasada, las relaciones entre Estados Unidos y Canadá cayeron a un nuevo mínimo después de que Trump suspendiera todas las conversaciones comerciales debido a un anuncio anti-aranceles difundido por el primer ministro de Ontario, Doug Ford, que incluía un discurso sobre libre comercio del expresidente estadounidense Ronald Reagan.
El viernes, Trump dijo que los dos países no reiniciarán las negociaciones comerciales.
Trump también ha amenazado con aumentar los aranceles a Canadá en otro 10%, aunque no está claro si y cuándo esto entraría en vigor.
Antes de los aranceles, las relaciones entre Canadá y China ya estaban afectadas por una disputa diplomática que resultó en que Pekín detuviera a dos ciudadanos canadienses, Michael Spavor y Michael Kovrig.
Los dos fueron acusados por China de espionaje y fueron puestos bajo custodia en 2018. Su arresto se produjo días después de que Canadá detuviera a Meng Wanzhou, una ejecutiva de tecnología china y directora financiera de Huawei, a petición de Estados Unidos.
Los tres fueron puestos en libertad posteriormente en 2021 después de que el Departamento de Justicia de EE. UU. retirara una solicitud de extradición para la Sra. Wanzhou por cargos de fraude.
China también fue uno de los países señalados por posiblemente inmiscuirse en las elecciones de 2019 y 2021 de Canadá, lo que provocó una investigación pública canadiense sobre la interferencia extranjera. Esa investigación concluyó que los intentos de estados extranjeros de interferir en las elecciones recientes eran “preocupantes” pero tuvieron un “impacto mínimo”.
China ha negado todas las acusaciones de injerencia.
La reunión de Carney con Xi en la APEC en Corea del Sur se produce un día después de que el presidente chino se reuniera con Donald Trump, el primer encuentro entre ambos en seis años.
En esa reunión del jueves, Xi y Trump acordaron reducir la guerra comercial de sus países. No se ha firmado ningún acuerdo formal, pero los dos señalaron que están más cerca de un pacto que reduciría los aranceles.
