El primer ministro español, Pedro Sánchez, afirmó este martes que su gobierno minoritario de izquierdas mantiene la intención de proponer unos Presupuestos Generales del Estado para 2026 y de impulsar su aprobación en el fragmentado parlamento del país.
El gobierno de Sánchez, que depende de una frágil red de aliados parlamentarios para sacar adelante la legislación, sigue funcionando con las cuentas de 2023 al no haber logrado consolidar un nuevo marco fiscal.
La Constitución Española permite que los presupuestos del año anterior se prorroguen automáticamente hasta que existan nuevas cuentas, bajo ciertas condiciones, en caso de falta de acuerdo parlamentario.
“Por supuesto que vamos a presentar nuestro presupuesto, y vamos a darlo todo para conseguir su aprobación”, declaró el presidente socialista en una entrevista con la Cadena SER, añadiendo que no dimitiría si no lograba sacarlo adelante en el Congreso.
“Intentaremos persuadir a los grupos parlamentarios, pero no quiero engañar a nadie ni alimentar especulaciones. La legislatura durará hasta 2027”, agregó.
Prorrogar una vez más los presupuestos de 2023 deja al gobierno con menos margen de maniobra para nuevas iniciativas y programas sociales en la cuarta economía de la eurozona.
A pesar de carecer de unas nuevas cuentas, la economía española ha tenido un mejor desempeño que la de sus homólogas europeas.
Registró un crecimiento del 3,5% el año pasado, impulsado por las exportaciones, el consumo y el auge del turismo, lo que la situó como una de las economías avanzadas con mayor expansión a nivel mundial.