Por Nichola Mandil, Juba y Basillioh Rukanga
Reuters
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha destituido a uno de sus vicepresidentes, Benjamin Bol Mel, quien era considerado como su posible sucesor.
Kiir le quitó a Bol Mel su rango militar de general y lo despidió del servicio nacional de seguridad. También removió de sus cargos al gobernador del banco central y al jefe de la autoridad de ingresos, ambos considerados aliados cercanos de Bol Mel.
No se dio ninguna explicación para los despidos, que fueron anunciados en un decreto transmitido por la televisión estatal.
Esto ocurre en un momento en que hay crecientes temores de inestabilidad política y un posible regreso a la guerra civil, tras el reciente colapso de un frágil acuerdo de poder entre Kiir y el líder opositor Riek Machar.
Bol Mel, de 47 años, fue nombrado vicepresidente en febrero, reemplazando a James Wani Igga, un político y general veterano.
También fue ascendido para convertirse en el primer vicepresidente del gobernante partido SPLM, lo que, según los analistas, le dio más poder y lo posicionó como un potencial sucesor del Kiir, de 74 años. El presidente luego lo ascendió al rango completo de general en el Servicio Nacional de Seguridad (NSS).
El nombramiento de Bol Mel se produjo a pesar de que Estados Unidos impuso sanciones en su contra por supuesta corrupción en 2017, las cuales fueron renovadas a principios de este año. El Tesoro de EE. UU. describió a Bol Mel como el "principal asesor financiero" de Kiir. La oficina de Kiir negó esta descripción.
Nunca ha respondido directamente a las acusaciones de corrupción en su contra y no ha comentado sobre su despido.
El presidente no ha anunciado reemplazos para ninguno de los cargos que él ocupaba.
Su destitución sigue a especulaciones en las redes sociales sobre una lucha interna de poder en el SPLM.
Un alto funcionario del gobierno, que prefirió permanecer en el anonimato por razones de seguridad, le dijo a la BBC que Bol Mel había sido una "figura divisiva" en el gobierno.
"Es bueno que se haya ido", dijo.
Sudán del Sur es una nación rica en petróleo que se convirtió en el país más nuevo del mundo en 2011 después de separarse de Sudan. Fue sumida en una guerra civil dos años después, cuando Kiir y Machar se enemistaron.
El acuerdo de reparto de poder de 2018 que puso fin a la guerra ha estado plagado de desafíos, ya que las tensiones persisten y continúa estallando violencia esporádica.
Las elecciones planificadas se han pospuesto dos veces en los últimos tres años y los combates entre las fuerzas leales al presidente y los grupos armados han escalado recientemente.
Machar fue destituido como vicepresidente y arrestado a principios de este año, y en septiembre fue acusado de asesinato, traición y crímenes de lesa humanidad, en un movimiento visto como un agravante de las tensiones que generó temores de un resurgimiento del conflicto civil. El caso está en curso.
Su portavoz describió los cargos en su contra como una "cacería de brujas política".
Los cargos siguieron a un ataque de una milicia supuestamente vinculada a Machar, que según el gobierno mató a 250 soldados y a un general.
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