El presidente de Kenia, William Ruto, planea construir una iglesia en los terrenos de su residencia oficial con su propio dinero, lo cual ha causado mucha controversia en este país de África Oriental.
Las críticas surgen porque la constitución de Kenia establece la separación entre iglesia y estado. Según informes de los medios, el lugar de culto de Ruto tendrá capacidad para hasta 8,000 personas.
En una reunión con políticos locales, Ruto confirmó los planes de construcción y ignoró las críticas, diciendo que pagará todo de su bolsillo. Se estima que la iglesia podría costar hasta 1,200 millones de chelines kenianos (unos $9.3 millones).
Ruto, quien se describe como un cristiano devoto, no dio detalles sobre los costos de construcción. En redes sociales, hubo muchas críticas al proyecto, con mucha gente señalando que las escuelas y hospitales necesitan más apoyo económico urgentemente.
Otros críticos tienen preocupaciones constitucionales, ya que la constitución keniana no reconoce una religión oficial y el país es multirreligioso, con diferentes denominaciones cristianas, una población musulmana del 10% y una gran minoría hindú.
También está en duda si la construcción beneficiará a Ruto, ya que las elecciones presidenciales en Kenia serán en dos años.