Los residentes de Sa Casa Blanca, cercana a la zona donde el Ministerio de Defensa de España planea construir un depósito de misiles en el Aeropuerto de Son Sant Joan de Palma, han manifestado su inquietud ante esta perspectiva. Se enteraron del proyecto a través de la prensa, al igual que los partidos políticos de Mallorca. No han recibido ninguna información oficial y tienen claro que nadie desearía algo así tan próximo a sus viviendas.
Exigen que se les proporcione una explicación. «No quiero bombas cerca de mi casa», afirma un vecino. «Suena peligroso, aunque suponemos que contará con las medidas de seguridad adecuadas». Dado que Son Sant Joan es una base militar, los residentes no son optimistas respecto a que vayan a recibir explicaciones y reconocen que hay poco margen de actuación.
Maribel Alcázar, presidenta de la federación de asociaciones de vecinos de Palma, considera que el depósito proyectado es «incompatible con nuestra concepción de la isla». «No nos queda otra que oponernos como ciudadanos, puesto que van a instalar este almacén de explosivos cerca de una zona poblada». Percibe que esto se enmarca en «las ambiciones belicistas del Estado». «Al venir de Madrid, poco o nada podemos hacer más allá de protestar. Siempre nos ignoran».
Se prevé que la instalación entre en funcionamiento el próximo verano. Se la denomina ‘iglú’ debido a sus especificaciones: 27 metros de largo por diez de ancho y una altura de 4,5 metros. La estructura presentará una pendiente a ambos lados hasta alcanzar la altura máxima. Tendrá capacidad para albergar 75 toneladas de material explosivo.
La ubicación será junto al antiguo Convair CV990 Coronado de Spantax. Spantax fue la primera empresa charter de España. Quebró en 1988. Doce de sus catorce aviones Convair se encontraban en un hangar de Son Sant Joan. Once fueron desguazados, a excepción de uno que lleva 37 años en la zona militar del aeropuerto.
