El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su consternación por la “rápidamente deteriorante situación” en El Fasher, la capital del Estado de Darfur Norte en Sudán.
El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, dijo en un comunicado el sábado que los civiles continúan soportando lo peor del devastador conflicto que asola el país.
La declaración llegó un día después de que al menos 70 personas murieran cuando atacaron una mezquita en la ciudad sitiada, la última capital que queda controlada por las Fuerzas Armadas Sudanese.
El ejército dijo que el ataque había sido realizado por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que han estado luchando contra el ejército por el poder del país desde abril del 2023.
“Con El Fasher bajo un asedio cada vez mayor por las Fuerzas de Apoyo Rápido por más de 500 días, los ataques que afectan a civiles se han intensificado aún más en las últimas semanas, y se informa que la mayoría de los residentes del campo de desplazados de Abu Shouk han sido forzados a huir debido a incessantes bombardeos e incursiones,” dijo Dujarric.
“La lucha debe parar ya.”
En un informe especial publicado el jueves, el Laboratorio de Investigación Humanitaria (HRL) de la Escuela de Salud Pública de Yale dijo que parece que El Fasher está cayendo ante las RSF y que es probable que el grupo controle el campo de Abu Shouk para personas desplazadas internas.
Dijeron que basaron su evaluación en que las RSF están usando armamento avanzado y que el ejército no tiene suficientes fuerzas y suministros para defender la ciudad.
“Los resultados de la captura y control del Campo de Desplazados de Abu Shouk por las RSF y el cerco de El Fasher ya han demostrado ser catastróficos para los civiles,” decía el informe.