Soy una mujer de unos cincuenta años y llevo décadas con mi cónyuge. Siempre hemos mantenido una vida sexual espléndida y solía alcanzar el orgasmo vaginal con gran facilidad, a menudo sin necesidad de estimulación clitoriana. Sin embargo, hace un par de años, a raíz de una serie de acontecimientos vitales estresantes, mi libido y mi capacidad orgásmica desaparecieron, aunque finalmente se restablecieron. Hace unos meses, sufrí una crisis de salud que ha afectado ligeramente mi movilidad en una extremidad. Aunque me he recuperado notablemente bien, estoy volviendo a experimentar una pérdida de libido y sensibilidad sexual.
Seguimos manteniendo relaciones sexuales con regularidad y disfruto de la intimidad. Puedo alcanzar el clímax con estimulación del clítoris, pero me lleva mucho tiempo y a veces resulta casi físicamente doloroso. Realmente echo de menos los orgasmos vaginales y la liberación que proporcionaban. Aunque me encuentro en la perimenopausia, no tengo síntomas evidentes y mis análisis hormonales han arrojado resultados normales.
Durante mi convalecencia, me he sentido profundamente emocionalmente abandonada y frustrada, lo que me lleva a preguntarme si el estrés es la causa principal. Mi autoestima se ha visto afectada por mi discapacidad física, pero mi bondadoso y paciente marido siempre logra hacerme sentir deseada.
Es bien sabido que el estrés incide en la sexualidad de una persona en múltiples niveles,包括 el deseo, la capacidad orgásmica y la excitación física. La aflicción y el dolor también pueden ser factores determinantes, al igual que numerosas enfermedades o afecciones físicas. Los problemas psicológicos o los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, también pueden mermar la capacidad de una persona para experimentar placer durante el acto sexual, interrumpir el proceso e, incluso, derivar en trastornos sexuales.
Los problemas de salud que ha experimentado podrían haber afectado su capacidad para alcanzar el clímax como antes, por lo que valdría la pena consultar con un médico para descartar factores como posibles daños nerviosos, y también para comprender los posibles efectos secundarios de cualquier medicación que esté tomando. Comprendo su aflicción y sensación de pérdida por no poder experimentar su tipo de orgasmo preferido, pero si logra identificar y abordar la causa específica, es posible que pueda recuperarlo.
Dado que el clítoris es el principal centro de placer en la mayoría de los cuerpos femeninos, y los llamados “orgasmos vaginales” suelen producirse cuando el posicionamiento permite una óptima conexión clitoral, valdría la pena experimentar con diferentes posiciones para involucrar más activamente su clítoris y maximizar el estímulo. No obstante, priorice primero la búsqueda de herramientas para gestionar su estrés y comience a implementarlas.
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