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Las calles de Barcelona se inundan de rosas rojas y libros cada 23 de abril mientras que la región de Cataluña en España celebra a su patrón – Sant Jordi.
Cada 23 de abril, en el día de Sant Jordi, la gente en la región noreste se regala rosas o libros en una celebración de su patrón, el amor y la cultura.
Originalmente, la tradición implicaba que los hombres regalaran una rosa a su amada, y ella a cambio le regalara un libro. Pero ha evolucionado, y hoy las mujeres también reciben libros, y las flores se regalan también a madres, hijas, amigas e incluso compañeras de trabajo.
La región marca el día instalando puestos de libros y flores en la capital catalana de Barcelona, así como en pueblos de toda Cataluña.
Las rosas se suelen vender envueltas en papel amarillo y rojo, como la Senyera (bandera catalana) y acompañadas de una gavilla de trigo. A veces también se adjuntan corazones o pequeñas figuras de dragones.
Las panaderías venden pan especial de Sant Jordi (con rayas rojas y amarillas) y pasteles coloridos decorados con rosas, los músicos actúan en las calles de Barcelona y los autores firman copias de sus libros.
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¿Por qué libros?
El 23 de abril también coincide con el Día Mundial del Libro de la UNESCO, ya que celebra el aniversario de las muertes de William Shakespeare y el famoso autor español de Don Quijote, Miguel de Cervantes.
En promedio, los comercios venden alrededor de seis millones de rosas y más de 1.5 millones de libros ese día solo en Cataluña, que cuenta con 7.5 millones de habitantes.
Los libreros catalanes obtienen entre un 5 y un 8 por ciento de sus ventas anuales en el día de Sant Jordi y uno de cada tres libros comprados en Cataluña se vende en este día, según la asociación de libreros catalanes. La mayoría de los libros vendidos están en lengua catalana.
Desde 1931 se ha celebrado una feria del libro en Barcelona el 23 de abril – el Día de San Jorge.
Desde entonces, la tradición de regalar libros y rosas en Cataluña ha prosperado, incluso durante la dictadura de 1939-1974 del General Francisco Franco cuando la venta abierta de libros en lengua catalana estaba prohibida.
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Matadragones
Cataluña adoptó a San Jorge como su patrón en el siglo XV, el mismo patrón que tiene Inglaterra, Georgia, Génova en Italia y muchos otros lugares alrededor del mundo.
Según la leyenda, él salvó a una princesa de un dragón, apuñalándolo con su lanza mientras cabalgaba en un caballo blanco. Donde la sangre del dragón se derramó, creció un rosal en su lugar y Sant Jordi le ofreció una de sus rosas a la princesa.
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