A primera vista, el valor del penal es claro, con Bassey agarrando a Mount y derribándolo al césped.
Tras el objetivo manifestó de la Premier League de penalizar el agarre y el forcejeo en los córners esta temporada —medida implementada en parte para evitar la pérdida de tiempo por parte de árbitros que retrasan la ejecución para advertir a los jugadores—, no sorprendió que se señalara.
“El forcejeo ocurre en distintos puntos dentro del área penal, a veces con balón, a veces sin él, y varía en cuanto a su gravedad”, explicó Howard Webb, el jefe de árbitros antes del inicio de la temporada.
“Lo que hemos indicado a los oficiales es que si se presenta una de esas situaciones en las que un jugador arrastra claramente a otro al suelo en un acto antideportivo y extremo, incluso si es fuera del juego, esperamos que el árbitro lo intervenga”.
La complejidad surge del hecho de que Shaw también parecía estar sujetando a Muniz, situado justo detrás del incidente entre Bassey y Mount.
El lateral izquierdo del United tenía ambos brazos envolviendo al delantero del Fulham y ambos terminaron en el suelo.
Si bien la acción de Shaw se consideró falta, el penal aún se concedió porque se estimó que Bassey había cometido su infracción primero.
Mas no todos concuerdan.
“Ambas faltas son simultáneas”, comentó el exportero de Inglaterra Rob Green a BBC Sport.
“Shaw tiene sus dos brazos alrededor de su oponente en un acto de sujeción al mismo tiempo que Bassey. Por tanto, un penal parece riguroso”.