Ubicado en las soleadas calles de Santanyí, Manique es un restaurante que se ha convertido rápidamente en una visita obligada para los amantes de la buena mesa, residentes y expatriados en España por igual. Clasificado como el restaurante número uno de Santanyí y en un impresionante puesto 42 de 7.697 en Mallorca según TripAdvisor, no es exagerado afirmar que esta joya de fusión brasileña ha revolucionado el panorama gastronómico de la isla.
Un pedacito de Brasil en el corazón de Santanyí
Desde el momento en que uno cruza la puerta de Manique, el ambiente le transporta a un lugar mucho más exótico que el de un tranquilo pueblo mallorquín. Su interior evoca la Amazonia – exuberante follaje verde que se descuelga por paredes de piedra rústica, acabados en madera cálida y un precioso patio que resulta a la vez íntimo y vibrante. Es de un tropicalismo con gusto, no kitsch, y prepara perfectamente para lo que está por llegar.
Se nota que se ha reflexionado sobre cada detalle, desde las texturas naturales del mobiliario hasta las plantas de una perfección propia de Pinterest. Tanto si se visita tras un día en el afamado Mercado de Santanyí – que tiene lugar los miércoles y sábados – como si se acude para una cena tranquila al anochecer, Manique ofrece un ambiente que se siente acogedor con naturalidad.
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Antes incluso de que llegue el primer plato a la mesa, Manique deja una impronta imborrable. La comida comienza con un pan casero, horneado a la vista en un pequeño horno de leña visible desde el comedor. Llega ardiente, acompañado de una mantequilla de ajo untuosa que se funde al instante en la corteza. Es uno de esos placeres sencillos que marcan el tono del resto de la velada – considerado, lleno de sabor y un tanto indulgente.
Una carta que aúna Brasil con el Mediterráneo
La identidad culinaria de Manique es la fusión brasileña – una celebración de sabores tropicales e ingredientes mediterráneos. Es una cocina que se siente tanto reconfortante como aventurera.
Uno de los entrantes más sobresalientes es la ostra con la salsa signature de la casa y jamón ibérico – un maridaje inspirado que aporta una profundidad sabrosa a la dulzura salina del molusco. Un auténtico momento “wow” para cualquier aficcionado a las ostras.
Otro de los puntos fuertes es el carpaccio de vieira con aceite de trufa y caviar de mujol. Delicado, sedoso y sutilmente lujoso, equilibra a la perfección tierra y mar.
En cuanto a los principales, la corvina a la parrilla servida sobre hoja de plátano es un hermoso guiño a la cocina costera brasileña, mientras que el atún sellado con chimichurri casero aporta una explosión de frescura y carácter al plato. Ambos están ejecutados con maestría y poseen una complejidad de sabores.
Vegetarianos, niños y golosos, todos bienvenidos
Aunque el marisco roba el protagonismo, Manique también atiende excepcionalmente bien a vegetarianos y familias. La ensalada verde con salsa de maracuyá es extraordinaria – vibrante, refrescante y con un hermoso equilibrio entre lo dulce y lo ácido. La berenjena a la parmesana con ensalada ofrece un reconforte rico sin resultar pesado, demostrando que los platos vegetarianos pueden ser tan emocionantes como sus homólogos cárnicos.
Para los niños, hay un menú infantil pensado con detalle que va más allá de lo básico, ofreciendo pasta con mantequilla o salsa de tomate, pizza y nuggets servidos con arroz o patatitas baby. Es ideal para familias que visiten el mercado o pasen el día explorando Santanyí.
Y si queda hueco para el postre, no hay que perderse el plátano al horno con leche condensada brasileña, canela y nibs de cacao. Es cálido, cremoso y absolutamente adictivo – el final dulce perfecto para una comida que celebra por igual el confort y la creatividad.
El servicio en Manique logra ese difícil equilibrio entre lo relajado y lo atento. El personal es amable y conocedor, siempre dispuesto a explicar los platos o sugerir maridajes, pero sin llegar a ser intrusivo. El ritmo del restaurante es el justo – lo suficientemente pausado para saborear la experiencia, pero eficiente para mantener la fluidez.
Ya se cene en el patio bajo las estrellas o en el interior rodeado de exuberante vegetación, el ambiente es desenfadado y elegante, muy en la línea de lo mejor de la propia Mallorca.
Por qué Manique merece su puesto de honor
Con su combinación única de estilo brasileño y esencia mediterránea, Manique ofrece algo verdaderamente especial en la Mallorca competitiva escena gastronómica. No es solo un restaurante – es una experiencia que deleita todos los sentidos. Desde el pan chisporroteante y el aroma del aceite de trufa hasta la tenue luz del patio, cada detalle parece intencionado.
Para expatriados en España, residentes y viajeros con curiosidad, es el tipo de lugar que captura la esencia de vivir (o vacacionar) en Mallorca – buena comida, buena compañía y una cálida sensación de lugar.
Así pues, ya se planee la visita en torno al mercado de Santanyí o simplemente se desee experimentar uno de los establecimientos mejor valorados de la isla, Manique es un restaurante que no solo cumple con su reputación, sino que la supera con creces.
