Con un físico imponente de aproximadamente 1,90 metros, las imágenes de Youssef Chermiti jugando al fútbol en el Sporting de Lisboa retratan a un hombre entre niños.
“Recuerdo que marcó un gol magnífico contra el Benfica, una chilena”, evoca Coelho, quien entrenó al delantero del Everton en categorías sub-15 y sub-19.
“Era la primera vez que veía a Youssef. Contra el Benfica, todos los goles son especiales, pero una chilena de un chaval de 14 años no es habitual”.
Lo que sí es habitual es su carácter. Coelho afirma que Chermiti, que ha jugado y marcado con Portugal en casi todas las categorías inferiores, es “un chico normal con un gran talento”.
“Realmente se hizo un nombre en el club con el equipo sub-15”, añade el entrenador de 36 años. “Ganamos el campeonato nacional y él fue uno de los mejores jugadores del equipo. Anotó 12 goles en las últimas 10 jornadas.
“Es muy rápido y igual de efectivo cuando encuentra espacios. Cuando se coloca por detrás de la defensa, es extraordinario.
“Dentro del área, tiene una buena movilidad, pero su mayor virtud es atacar el segundo palo; es excelente en eso”.
La reputación de Chermiti no hizo más que crecer según avanzaba por los distintos niveles formativos, lo que le valió una clara oportunidad de llegar al primer equipo de la mano del entrenador, Rúben Amorim.
Debutó con el primer equipo a los 18 años, saliendo desde el banquillo en un derbi contra el Benfica en enero de 2023, y marcó su primer gol un mes después en una victoria por 1-0 ante el Rio Ave.
Chermiti volvió a anotar en el partido siguiente, una derrota ante el Oporto, con el técnico rival Sérgio Conceição elogiándolo como “un jugador joven de gran calidad”.
Entre sus 10 apariciones, Amorim también confió en él para liderar la delantera en el partido de ida de los cuartos de final de la Europa League contra la Juventus, que terminó en derrota por 1-0.
En una muestra relativamente pequeña de 839 minutos en liga, el equivalente a unos nueve partidos completos, Chermiti destacó en múltiples métricas ofensivas en su campaña de debut.
Por cada 90 minutos, sus expected goals (xG), toques en el área rival y el éxito en duelos aéreos lo situaron entre los mejores delanteros de la Primeira Liga.
Cuando se considera que era apenas un adolescente, esas cifras se vuelven aún más impressionantes.
