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Hace unos años, un destacado propietario de restaurantes me dijo que no le importaba en absoluto cuántos millones de personas pasaran por el aeropuerto de Palma porque no iban a su restaurante, y este año el sector de la restauración se queja de que las ganancias han caído hasta un 20 por ciento en algunos de los destinos clave de la isla que normalmente rebosan de dinero.
Y no creo que los hoteles estén disfrutando de un repunte. Logré conseguir una oferta de fin de semana en uno de mis hoteles favoritos con un descuento del 50 por ciento. Es cierto que la Semana Santa fue tardía y durante mayo no hay grandes festividades en Europa. Y luego, según el sector de la restauración, el inusualmente mal tiempo también podría ser un factor a tener en cuenta a la hora de tratar de entender por qué han disminuido las ganancias.
Juan Miguel Ferrer, presidente de la asociación de propietarios de restaurantes de las Islas Baleares, ha dicho: “el sector de la restauración es la primera línea de defensa cuando se trata de gastos”. Entonces, si ese es el caso, ¿está el sector turístico en general en una posición similar? Parece que más cruceros y vuelos no se están traduciendo en más dinero gastado. Así que mucho por el camino marcado por las autoridades baleares de menos turistas pero de mayor calidad y con más gasto. No parece estar funcionando.