Prácticamente todos los nuevos trabajadores autónomos (96,5%) que se han registrado en España en los últimos cuatro años son extranjeros. ¿Dónde se establecen, a qué se dedican y cuál es la razón detrás de esta tendencia?
Un abrumador 96,5 por ciento de los nuevos autónomos registrados en España durante los últimos cuatro años eran de nacionalidad extranjera, según la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).
Desde marzo de 2021 hasta el mismo mes de 2025, 108.155 nuevos autónomos se han inscrito en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), de los cuales 104.338 son emprendedores extranjeros.
“Los datos son contundentes: la comunidad de autónomos extranjeros se ha convertido en un pilar fundamental del crecimiento del RETA en los últimos cuatro años. No es solo una estadística; es una realidad que demuestra la vitalidad y dinamismo que aportan al tejido productivo español”, explicó el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
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De hecho, el número de autónomos extranjeros casi se ha duplicado en la última década, con un aumento del 92 por ciento desde 2015.
La cifra de autónomos foráneos creció en todas las comunidades autónomas excepto en Ceuta y Melilla, que perdieron cotizantes.
Las regiones con mayor número de autónomos extranjeros desde 2021 son Valencia (22.391), Cataluña (21.046) y Andalucía (15.509), lógico puesto que tambíen son las zonas más populares entre residentes extranjeros, junto con Madrid.
En cambio, el número de autónomos españoles ha disminuido en nueve comunidades: Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Navarra, País Vasco y La Rioja.
No obstante, como ha subido el número de extranjeros, el total de autónomos ha aumentado.
El crecimiento de autónomos extranjeros ha sido mayor que el de españoles en la mayoría de regiones, salvo en Andalucía, Canarias y Madrid, donde el aumento de autónomos de origen español supera al de foráneos.
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ATA reveló que el mayor incremento de autónomos extranjeros en estos años se dio en construcción (+17.446), actividades profesionales, científicas y técnicas (+13.906), hostelería (+12.670) e información y comunicaciones (+11.115).
En el apartado profesional se incluyen contables, arquitectos, ingenieros, consultores, investigadores, traductores, diseñadores, veterinarios, fotógrafos y especialistas en marketing, entre otros.
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“Son los autónomos extranjeros quienes compensan el declive en sectores tradicionales como comercio y agricultura, impulsando áreas como construcción, hostelería y servicios profesionales”, destacó el presidente de ATA.
Las autoridades españolas reconocen el papel clave de estos trabajadores en un país con población envejecida y zonas despobladas.
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“El emprendimiento extranjero es un pilar fundamental de la economía”, afirmó Eduardo Abad de UPTA, cuya organización estima que España necesitará 200.000 autónomos foráneos más en cinco años.
¿Por qué este auge de emprendedores extranjeros y descenso de españoles?
Hay varios motivos. El primero es el aumento de la población (49,1 millones), impulsado casi en su totalidad por la inmigración, no por natalidad. Más extranjeros equivalen, lógicamente, a más autónomos foréneos.
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Otro factor clave fue la Visa de Nómada Digital (DNV), implementada a principios de 2023.
Permite a trabajadores remotos o con clientes en el exterior residir en España. Ha tenido gran acogida entre no comunitarios, especialmente estadounidenses y británicos, y también entre filipinos y latinoamericanos, que pueden solicitar nacionalidad tras dos años.
Un requisito para la DNV es darse de alta como autónomo.
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Además, muchos extranjeros encuentran más fácil emprender que buscar empleo, dada la alta tasa de paro, salarios bajos y barreras idiomáticas.
Para algunos, es más viable trabajar con clientes de sus países de origen o crear negocios orientados a otros extranjeros.
Por otro lado, algunos subestiman las dificultades del sistema y se registran sin conocer realmente su funcionamiento.
De echo, el ‘sueño’ de muchos españoles es ser funcionarios, y buena parte de ellos son exautónomos.
La fiscalidad para autónomos en España es compleja y las cotizaciones sociales están entre las más altas de Europa. Por ejemplo, ganando el mínimo para la DNV (2.763€/mes), pagarías 440€ mensuales en cotizaciones.
Y eso sin contar impuestos, que se abonan aparte. Además, muchos necesitan un gestor, con un coste medio de 50€/mes.
500€ fijos al mes antes de ingresar nada pueden disuadir a cualquiera de emprender.
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Ser autónomo aquí implica normas estrictas sobre facturación, pagos y deducciones, que pueden diferir de otros países.
El descenso de autónomos españoles podría deberse a que conocen las dificultades del sistema y prefieren evitar ese lastre, optando por el empleo por cuenta ajena.
De hecho, solo tres de cada diez españoles (29,7%) recomendarían el autoempleo, según una encuesta de Emprendedores.
A pesar de los costes y regulaciones, ser autónomo en España da derecho a sanidad pública, prestaciones por maternidad/paternidad y, en algunos casos, bajas laborales.
También es una de las vías más accesibles para emigrar a España desde fuera de la UE, y muchos extranjeros logran hacerla funcionar.
Si conoces el sistema, investigas las normas y asumes los costes, puede ser una gran opción si sueñas con vivir en España.
