ANUNCIO
La perspectiva del capital europeo está obteniendo una nueva dósis de optimismo por parte de los administradores de fondos, impulsada por el retroceso de las tensiones comerciales, la disipación de los temores inflacionarios y las expectativas de un mayor apoyo de los bancos centrales.
De acuerdo con la última encuesta del Bank of America European Fund Manager, publicada a principios de esta semana, los inversores se están posicionando cada vez más para un aterrizaje económico suave, con una creciente convicción de que la flexibilización monetaria global, particularmente por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, ayudará a compensar la desaceleración del ímpetu económico en los mercados desarrollados.
Si bien la preocupación en torno a la debilidad del mercado laboral estadounidense ha aumentado, siendo ahora clasificada como el riesgo número uno por el 59% de los inversores europeos, esto no ha descarrilado las expectativas de crecimiento más amplias.
Solo el 44% anticipa una desaceleración en los EE. UU., la lectura más baja desde febrero. Mientras tanto, las expectativas de una reaceleración del crecimiento estadounidense han alcanzado un máximo de 17 meses.
Expectativas sobre el excepcionalismo europeo se moderan
La narrativa del “excepcionalismo de la UE”, que había ganado terreno tras el anuncio de aranceles comerciales radicales por el presidente Donald Trump a principios de este año, ahora se ha moderado. Aun así, la confianza en el potencial de crecimiento de las empresas europeas sigue siendo sólida.
La sobreponderación neta de acciones europeas en las carteras globales disminuyó al 15%, desde un pico del 41% en julio, ya que la confianza en la capacidad de Europa para resistir frente a los Estados Unidos se ha visto probada por preocupaciones persistentes sobre la inestabilidad política y un crecimiento de los beneficios decepcionante.
Sin embargo, el sentimiento general sobre las acciones europeas ha mejorado notablemente. Un neto del 37% de los encuestados anticipa alzas a corto plazo, frente al 15% del mes pasado. Cerca del 52% pronostica ahora ganancias moderadas en los próximos meses, mientras que solo el 15% percibe riesgo de caídas, el nivel más bajo desde febrero.
Sustentando esta confianza está la creencia de que las mejoras en los beneficios continuarán. De hecho, el 70% de los gestores de fondos europeos citan beneficios más sólidos como el impulsor más probable de las plusvalías, mientras que solo el 26% identifica las revisiones a la baja de los beneficios como el principal riesgo de una corrección del mercado.
Preocupaciones por estanflación se alivian
La perspectiva macroeconómica predominante entre los encuestados sigue siendo la de un aterrizaje “suave, pero estanflacionario”. No obstante, la proporción de inversores que esperan estanflación cayó al 41% desde el 58% el mes pasado.
Más inversores están apostando ahora por una disminución benigna de la inflación, mientras que las expectativas de una recesión global han seguido moderándose.
Solo el 16% de los gestores de fondos globales anticipan ahora una recesión, una fuerte caída desde el 41% de agosto, mientras que el 67% considera un aterrizaje suave como el desenlace más probable.
Los inversores identifican cada vez más la expansión fiscal alemana (citada por un 74%) como el impulsor clave de cualquier repunte del crecimiento europeo, muy por delante del estímulo de China o de la política del BCE. Simultáneamente, el 52% cree que los riesgos arancelarios están en gran medida descontados, mientras que las preocupaciones sobre una guerra comercial global han disminuido en importancia.
Aún así, persisten riesgos de cola.
Las preocupaciones más citadas para los próximos meses son una segunda ola de inflación (26%) y el temor a que la Reserva Federal de los Estados Unidos pueda perder su independencia, lo que potencialmente avivaría la debilidad del dólar (24%).
El sentimiento bajista sobre el dólar se acerca a máximos históricos, con un neto del 47% de los gestores globales esperando que el billete verde se debilite durante el próximo año.
Apetito por el riesgo
A pesar de la perspectiva optimista sobre los beneficios, los inversores europeos comienzan a cuestionar su posicionamiento.
La proporción preocupada por carecer de exposición defensiva (más estable) (19%) ha aumentado considerablemente, superando ampliamente a aquellos preocupados por perderse la subida cíclica (más volátil) (4%). Es la brecha más amplia en dos años.
Healthcare ha superado a las finanzas como el sector más favorecido para los próximos doce meses, con los industriales, servicios públicos y construcción también disfrutando de posiciones sobreponderadas.
La banca sigue siendo atractiva para algunos, con un 37% aún mostrándose positivos sobre el sector, pero el entusiasmo se ha enfriado desde el 58% de agosto. Energía, automoción y medios siguen siendo los sectores menos queridos, con los mayores niveles de infraponderación neta.
Geográficamente, Alemania sigue siendo el mercado de capitales más preferido en Europa, respaldado por la continua creencia en el estímulo fiscal como catalizador del crecimiento.
Francia, por otro lado, ha caído al fondo de la clasificación debido a riesgos políticos persistentes. España, fortalecida por beneficios resistentes en bancos y servicios públicos, ocupa el segundo lugar en las preferencias de los inversores.
Entonces, ¿cuál es el resultado final?
Tras un verano marcado por giros en la política monetaria y una suavización de los riesgos geopolíticos, los gestores de fondos europeos parecen cautelosamente constructivos de cara a la recta final del año.
Si bien persisten dudas en torno al bajo rendimiento estructural y la incertidumbre política en partes de la región, la combinación de tensiones comerciales en desvanecimiento, políticas fiscales de apoyo (especialmente desde Alemania) y una mejora en el sentimiento sobre los beneficios está insuflando nueva vida a la narrativa sobre la renta variable del continente.
Con los temores de recesión global en retroceso y los bancos centrales volviéndose más complacientes, los inversores no se están alejando del riesgo.
